Los incendios en el Amazonas de este año han quemado un 50% más que en 2018. Unos 6.000 Km, según los cálculos que hizo el Instituto de Investigaciones Espaciales de Brasil (INPE). Ahora, la organización Igualdad Animal ha conseguido unas imágenes que muestran una enorme caravana de camiones circulando por áreas calcinadas en Pará. “Van cargados de soja camino del puerto de Itaituba”, otro de los focos de los incendios de 2019, aseguran. Casi el 80% de la producción de soja va destinada a pienso para ganado.
El Gobierno de Brasil ha admitido que la ganadería ha ocupado hasta el 80% de las áreas deforestadas en el Amazonas. Soja y ganadería son un binomio que camina muy unido. En Brasil se le añade la deforestación de la selva para abrir espacios tanto para la cría del ganado vacuno como el cultivo de la soja destinada a sus piensos.
Brasil es el segundo productor mundial tanto de de carne de vacuno del mundo –con más de 10 millones de toneladas– como de soja, que llega a superar los 110 millones de toneladas. En ambos casos está situado por detrás de EEUU. Sin embargo, el país suramericano es el primer exportador mundial de estos dos productos.
La ganadería a gran escala y la producción de soja y palma está provocando que el ritmo de desaparición de los bosques sea más rápida que nunca, según constató el último informe de la Declaración de Nueva York, un compromiso internacional voluntario para detener la deforestación a 10 millones de hectáreas anuales en 2020. En 2017 se llegó a los 30 millones, informaron en esta evaluación.