Dos años antes de la denuncia a Martín Barajas se alertó de casos de acoso en Ecologistas en Acción: “Es preciso cortarlo ya”
“Son las menos, pero se viven situaciones de acoso y abuso y es preciso cortarlo ya”. Una activista tomó la palabra durante la Asamblea Confederal de Ecologistas en Acción de 2022 para alertar sobre casos de “acoso y abuso” dentro de la organización y pedir con urgencia la aprobación de un código ético que fijara los principios bajo los que cualquier persona vinculada a la asociación debía comportarse. Así aparece en el vídeo en el que Ecologistas dejó grabado el contenido de esa Asamblea, su máximo órgano de gobierno junto al Congreso Federal.
La organización reaccionaba este jueves a la investigación abierta por un juzgado de Arganda del Rey, en Madrid, por una denuncia por agresión sexual contra uno de sus fundadores y miembros más relevantes, Santiago Martín Barajas. elDiario.es recopiló los testimonios de tres mujeres, entre ellas la denunciante.
En uno de los casos se trata de una mujer que trabaja en la organización. En un comunicado, Ecologistas mostraba su “consternación” ante los hechos que, aseguraban, habían conocido por la llamada la tarde anterior de elDiario.es. “Tampoco habíamos tenido conocimiento previo de la denuncia ni del estado en el que se encuentra”, decían. La organización ha abierto un proceso interno para esclarecer lo sucedido.
Sin embargo, la citación del juzgado para Santiago Martín Barajas no llegó a su domicilio, sino a la sede de Ecologistas en Acción en Madrid, y lo hizo el pasado martes. Fue una persona de la organización la que comunicó al activista que había llegado el papel del juzgado.
Al final, la víctima acaba bajando la cabeza, y se diluye o deja la asociación
Por otro lado, un año y medio antes de la denuncia interpuesta por M.G.F. que ha dado lugar a la investigación, la intervención de esta activista en la XXIV Asamblea Confederal de Ecologistas en Acción, que se celebró en diciembre de 2022 en Córdoba, ponía de manifiesto públicamente la necesidad de actuar contra los casos de acoso y abuso.
Lo hacía después de que dos activistas hablaran de la puesta en marcha de las comisiones de Cuidados. Inmediatamente después, la activista tomaba la palabra para agradecerles su trabajo y ayudar a “intentar cambiar la forma de trabajar” de la organización. “Sin embargo, yo veo que para que funcione Cuidados tiene que haber un conflicto en el que las dos partes reconocen el conflicto. En esta asociación, por desgracia, son los menos casos, pero estamos viviendo casos de abuso y acoso y eso no es un conflicto, va mucho más allá”, decía.
El silencio de las víctimas
La intervención de la activista prosiguió: “Al final, la víctima acaba bajando la cabeza, y se diluye o deja la asociación”. Por eso, señalaba, era “urgente” contar con un código ético o deontológico que marcara los principios ideológicos bajo los que cualquier miembro debería actuar. “Y no que por tener nuestra cuota de poder, de antigüedad, de poder, de edad... podamos ejercer ciertas acciones”, añadía. La intervención concluía “rogando” a la Asamblea a que se comprometiera a tener ese código lo antes posible “porque llevamos muchos años donde son acciones, las menores, pero se viven situaciones de acoso y abuso y es preciso cortarlo ya”.
Le dijmos que nos parecía una acusación muy grave y que había que actuar porque era nuestra responsabilidad y esa persona dijo no era para tanto, que eran cosas antiguas
La coordinadora de Organización de Ecologistas en Acción, Carmen Duce, que entonces se encontraba en la secretaría (un órgano compuesto por 18 personas) y que se encarga de las decisiones diarias, asegura que tras su intervención quedaron “estupefactos” y acudieron a hablar con esta activista que “se retractó”. “Le dijimos que nos parecía una acusación muy grave y que había que actuar porque era nuestra responsabilidad y esa persona dijo no era para tanto, que eran cosas antiguas”, afirma Duce. En ese momento, la organización ya trabajaba en varios protocolos.
Fue en mayo de 2023 cuando Ecologistas en Acción aprobó el protocolo contra el acoso sexual y laboral, aunque cuentan con otros sobre justicia restaurativa y cómo abordar los conflictos dentro de la organización. “No sabemos a qué se refería, no teníamos nada a lo que agarrarnos, pero al margen de eso hemos seguido trabajando”, señala Carmen Duce. Hasta ahora, dice, la asociación nunca ha puesto en marcha el protocolo contra el acoso aunque sí el de justicia restaurativa, en una ocasión.
La Asamblea Confederal, como en la que intervino esta activista, no es una reunión cualquiera: es el máximo órgano de gobierno –junto al Congreso Federal– en Ecologistas en Acción. En ella se fijan las “directrices de la marcha de la Confederación”, explican sus estatutos. Entre otras cuestiones está capacitada para “decidir sobre todas aquellas cuestiones que no revistan carácter extraordinario, pero que sean de interés general”.
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