El acuerdo era no perjudicar al alumnado, y se cumplió. También allí donde dijeron que no lo harían e incluso fueron a la Justicia para evitarlo (las autonomías que gobierna el PP). Los aprobados se dispararon el curso pasado, el del confinamiento, en todas las comunidades autónomas pese a las protestas de algunas, y en todos los niveles, al menos de Secundaria, según la estadística oficial que acaba de hacer pública el Ministerio de Educación (aunque es provisional, no se desviará mucho).
Cuánto más alto fue el curso, más subieron los aprobados. En el año escolar 2019-2020, en el que el alumnado se perdió un trimestre entero de actividad presencial por el confinamiento, hubo un 8,5% más de aprobados en 2º de Bachillerato que el año anterior. En 1º de Bachillerato las promociones subieron un 6,8%; en 4º de la ESO un 6,3%; en 3º, un 5,9%; en 2º, un 4,9% y en 1º, un 3,8% más.
La estadística dice también que se levantó más la mano, si se quiere llamar así, en los centros públicos que en los privados, aunque incluso así es en estos últimos donde sigue habiendo un mayor número de aprobados y de alumnado que promociona de curso, con una media aproximada de seis puntos porcentuales más que en los estatales: más del 95% de los estudiantes de centros privados pasó de curso el año pasado en todos los niveles de Secundaria y Bachillerato; en el caso de los públicos, en ninguno se superó el 92%.
La bronca de abril
El asunto fue polémico: el 15 de abril de 2020, en pleno confinamiento y con las clases presenciales suspendidas, el Ministerio de Educación y las comunidades autónomas acordaron que esta circunstancia sobrevenida no podía arruinar el curso escolar del alumnado, de modo que el tercer trimestre solo contaría “en positivo”. Pactaron una “promoción general”: se eliminaba el máximo de suspensos que imponía la LOMCE para obtener el título tanto de Secundaria como de Bachillerato (desde hace años se promociona con asignaturas suspendidas, la novedad era suprimir el número máximo).
Pero no todas las comunidades estuvieron de acuerdo. En lo que fue la tónica general de las reuniones de la Conferencia Sectorial de Educación durante la pandemia, las autonomías donde gobernaba el PP se desmarcaron del acuerdo: Madrid y Murcia rechazaron lo que llamaron un “aprobado general”, Euskadi alegó que invadía sus competencias (siempre lo hace) y Andalucía y Castilla y León se mostraron reticentes. Estaba el PP tan en desacuerdo con la medida que la llevó a la Audiencia Nacional. Perdió. Dijeron los magistrados que el partido no era parte perjudicada del acuerdo alcanzado y que, por tanto, no tenía legitimidad para recurrirlo.
También levantó el acuerdo un debate entre el profesorado, aunque este desde un punto de vista más pragmático. Los docentes saben que las evaluaciones y promociones al final se deciden en los claustros, y que poner un límite de asignaturas para pasar de curso o no apenas pasa de referencia. “Si ponen un máximo de asignaturas suspendidas para pasar de curso y los profesores creen que ese alumno debe pasar, ya se las ingeniarán para que apruebe las materias necesarias”, explica una docente. Pero la medida pactada fijó el marco de la evaluación y le dio amparo legal, aunque algunos pensaran que suponía de facto un aprobado general: había que aprobar excepto los casos imposibles. El Ministerio siempre defendió que un aprobado general se habría traducido en un 100% de promociones de curso y que eso no fue el caso.
[En esta tabla se puede consultar los resultados desglosados por tipo de centro, público o privado, navegando por los botones que aparecen arriba].
Hoy sabemos, con los datos oficiales en mano, lo que ya se intuía: que pese a las protestas de algunos, la actitud fue la misma por todo el país y consistió en levantar la mano con la evaluación. El número de alumnos que pasaron de curso subió en todos los niveles, en todo tipo de centros y por todo el territorio, alcanzando porcentajes de titulación y promoción inéditos al menos desde el curso 2007-2008, el último del que Educación ofrece resultados desglosados. Y, observando las series históricas, en las que se ve que cada año hay más aprobados, probablemente sean los datos más altos de la historia.
[Aquí se pueden consultar las tablas históricas del porcentaje de alumnos que obtiene cada año el título de la ESO y aquí el de Bachillerato. Hay que pulsar en “consultar todo” porque no deja enlazar directamente los resultados].
Todos aprueban más
En prácticamente todos los cursos, comunidades y tipos de centro el porcentaje de aprobados superó el 90%. En 4º de la ESO, el curso que otorga el título, solo Murcia (88,6% de alumnos que promocionaron) y Melilla (87,7%) bajaron de esa marca. El año anterior solo Euskadi (93,3%) y Navarra (91,1%) la superaron. Cinco comunidades (Cantabria, Galicia, Euskadi, Navarra y Aragón pasaron de un 95% de aprobados.
Las principales subidas se registraron en Ceuta (19,8%) y Castilla-La Mancha (un 11% más de alumnos titularon el curso pasado). Todas las autonomías que se declararon díscolas de la “promoción general” elevaron su número de aprobados entre el 5,6% de Murcia y el 8% de Madrid, la región que encabezó las protestas y está entre las cinco donde más aprobados hubo respecto al curso anterior.
En 2º de Bachillerato, el otro curso de Secundaria (postobligatoria, en este caso) que da un título, la situación fue todavía más laxa. Los alumnos que promocionaron subieron de media un 8,5% en toda España, con picos del 25% en Ceuta, del 12,8% en Galicia o el 12,2% en Baleares. La que menos subió los aprobados fue, como en todos los cursos, el País Vasco, apenas un 3,5%, aunque en este hecho influyó que antes de la pandemia estaba entre las tres comunidades con un mayor porcentaje de aprobados en todos los cursos de Secundaria.
El desglose de los datos también permite observar que los centros públicos registraron mayores subidas en el número de alumnado que promocionó que los privados. De media, en los institutos estatales los aprobados subieron entre un 4,9% en 1º de la ESO y un 10,6% en 2º de Bachillerato. En los de iniciativa particular las subidas fueron más modestas: del 2,3% de 1º de la ESO al 4,8% en 2º de Bachillerato.
De nuevo, esta diferencia también se explica a partir de los datos previos a la pandemia. En los centros privados en general aprueban más alumnos que en los públicos, con lo que el margen de subida es menor. Véase como ejemplo el gráfico con los porcentajes de aprobados por comunidad y curso, donde aparecen desglosados los resultados según el centro educativo (se cambia entre las tablas con los botones de arriba). Entre todas las comunidades y todos los cursos solo hay 13 casos en los que el porcentaje de aprobados baja del 95% (de un total de 108). En los públicos la relación se invierte: solo en 13 cursos entre todas las comunidades el porcentaje de aprobados superó el 95%.