En un mes, tres grandes árboles han caído al suelo en el Parque de El Retiro de Madrid. El 21 de junio, una enorme rama de una falsa acacia se desplomaba y hería de muerte a un hombre que paseaba con sus hijos. El 19 de julio, un gran pino se tronchaba por el tronco. Un día después, un cedro caía sobre un banco y dejaba herida a un niña de siete años.
La batería de noticias ha hecho que el Ayuntamiento de Madrid, dirigido por Ana Botella (PP), haya montado una “comisión de expertos” para estudiar un supuesto fenómeno. A la cabeza ha colocado al decano del Colegio de Ingenieros de Montes, Carlos del Amo quien no ha ido más allá de anunciar que se estudiará “la aleatoriedad” de los accidentes. ¿Hay fenómeno que estudiar o se trata de un movimiento de imagen?
El también ingeniero de Montes y experto en botánica, Rafael Ceballos, ha contado a eldiario.es que “los árboles se han caído siempre, ya sea de cuajo o por la mitad”. Que haya ejemplares que se vienen abajo no es algo “especialmente relevante”, analiza el ingeniero. “Las ramas y los troncos debilitados por un golpe o por hongos se tronchan cuando hay un agente como el viento. Otras cosa es, explica, que ”y alejado de polémicas políticas, estos episodios hayan coincidido con una reducción de plantilla a la hora de inspeccionar el arbolado. Y cada vez que hay un vendaval –como los que hemos vivido– se debe hacer una inspección para detectar los ejemplares con problemas“. Porque en el siguiente pico de viento ”se van a caer“. El delegado de Medio Ambiente de Madrid, Diego Sanjuanbenito se ha defendido explicando que los ejemplares recientemente abatidos ”no presentaban ningún signo externo que pudiera prever su desplome“.
La alcaldesa Ana Botella contó, justo después del primer episodio, el que mató a un hombre en El Retiro, que no se preveía “ningún plan extraordinario de poda”. Ahora ha montado un grupo de estudio. Ceballos asegura sin duda que “el arbolado de Madrid lo veo en un estado muy aceptable tanto desde el punto de vista sanitario como estético”. Los propios datos del Ayuntamiento ponen perspectiva al fenómeno: 6 actuaciones por cada 10.000 árboles sobre un total de dos millones de ejemplares en la capital. El experto en botánica cuenta que “el hecho de que el árbol caiga sobre una persona es un lamentable accidente”. De hecho, tan sólo un día después del cedro que lastimó a la menor, una rama aplastó parcialmente un coche en una calle Madrid. Un mes antes, otra rama se precipitaba cerca de una boca de metro.
Sin embargo, el mantenimiento de las zonas verdes de Madrid ha vivido un proceso de privatización y adjudicación de contratas desde julio de 2013. Los sindicatos aseguran ahora que el deterioro de parques y jardines está directamente relacionado con estos contratos que buscan reducir el dinero público invertido en esta actividad.
Raíces poco profundas
Estos árboles de jardinería sí están expuestos, según este experto, a un peligro como es el de “las formas de riego moderno que les llevan agua muy superficialmente. Así, las raíces no están obligadas a profundizar tanto como hace años y eso resta sustentabilidad”. Los últimos ejemplares abatidos en el famoso parque madrileño se vencieron por la base.
Lo que Ceballos niega es la hipótesis lanzada por la sección de jardinería del sindicato CC OO que apuntaba al uso de agua regenerada en el riego. “No hay ningún estudio científico que avale esa teoría. Las aguas provenientes de depuradoras, que no son potables, sí son aceptables para el riego”. El ingeniero remata que “todo es susceptible de mejorarse pero los árboles de Madrid, en general, están sanos”.
Por parte del Gobierno de Ana Botella, el portavoz Enrique Núñez se ha ceñido este jueves a afirmar que “lo más importante es que se tomó una decisión acertada en el sentido de que sea una comisión de expertos independiente la que valore las circunstancias”.