AstraZeneca interrumpe los ensayos de la vacuna de Oxford por seguridad mientras investiga una posible reacción en un participante
La farmacéutica AstraZeneca ha decidido interrumpir el ensayo clínico para lograr una vacuna contra la COVID-19, porque uno de los participantes sufre “una enfermedad potencialmente inexplicable”, ha informado un portavoz de la compañía a medios de comunicación estadounidenses. “Esta es una acción de rutina que sucede siempre que hay una enfermedad potencialmente inexplicable en uno de los ensayos mientras se investiga, asegurándonos de que se mantiene la integridad de los estudios”, ha indicado el portavoz a la cadena CNBC y el medio especializado Stat.
El voluntario que enfermó reside en el Reino Unido, de acuerdo a Stat, que dijo desconocer la naturaleza de la reacción adversa que sufrió el individuo, aunque se espera que se recupere.
Carlos Estévez, neurólogo e investigador adjunto del equipo que realiza ensayos clínicos con dicha vacuna, ha llamado a la prudencia y, en una entrevista a elDiario.es, ha querido matizar que “es muy habitual” realizar este tipo de interrupciones para averiguar si el efecto adverso ha sido provocado por la vacuna. “Habrá que analizarlo”, ha asegurado el investigador.
Estévez ha destacado que este suceso es “una lección más de por qué es tan importante ser cautos a la hora de tomar decisiones y a la hora de comunicar esas decisiones a la población”, ya que el “optimismo” ha llevado a confundir la disponibilidad del fármaco con su administración.
Se desconoce cómo podría afectar a los plazos de la vacuna. AstraZeneca tenía previsto tenerla disponible para el primer semestre de 2021 y estaba considerada como una de las más avanzadas del mundo por la Organización Mundial de la Salud (OMS). Junto a las farmacéuticas Pfizer y Moderna, AstraZeneca es una de las tres compañías que tienen estudios en la fase 3 en Estados Unidos. En España, Salvador Illa puso como plazo para la primera partida de dosis, de tres millones, diciembre de este año. Es el 10% –lo que corresponde a España– de la compra centralizada que hará la Unión Europea (UE) de la vacuna de AstraZeneca. Todo este plan está supeditado a que la vacuna de Oxford supere la fase 3 de ensayos clínicos y tenga luz verde para comercializarse en Europa.
Además, los Gobiernos de Argentina y México, así como la fundación mexicana Slim, llegaron en el mes de agosto a un acuerdo con AstraZeneca y con la Universidad de Oxford para fabricar la vacuna en sus países y, luego, distribuirla a todos los países de Latinoamérica, con excepción de Brasil. Según informó en agosto el presidente de Argentina, Alberto Fernández, el objetivo era elaborar entre 150 y 250 millones de dosis que estarían disponibles a precios accesibles, con un coste individual de entre 3 y 4 dólares.
El portavoz de AstraZeneca, citado por medios locales, ha asegurado que se “está trabajando para acelerar la revisión de ese incidente único con el objetivo de minimizar cualquier impacto potencial en los planes del ensayo”. AstraZeneca había iniciado la fase 3 de su ensayo en Estados Unidos a finales de agosto, según clinicaltrials.gov, un registro del Gobierno estadounidense; mientras que en el Reino Unido, Brasil y Sudáfrica, el estudio de la vacuna estaba entre las fases 2 y 3, de acuerdo a Stat.
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