Este jueves, a unas ocho millas de la costa de la Isla de Cabrera, en Baleares, la expedición científica Alnitak 2018 se ha topado con un ejemplar de tiburón blanco de unos 5 metros de longitud.
El avistamiento supone un hito “histórico”, tal y como han apuntado desde la organización, dedicada a la conservación de los ecosistemas marinos, ya que es la primera constatación científica de la presencia de un tiburón blanco -cuyo nombre científico es Carcharodon carcharias - en aguas baleares en más de 30 años.
Sobre las 10 de la mañana de este jueves, la expedición que lideraba el biólogo Ricardo Sagarminaga van Buiten localizó al animal, al que pudo grabar durante más de 70 minutos. Según han explicado desde Alnitak a través de un comunicado en su página oficial de Facebook, la importancia de este avistamiento radica en que hasta la fecha no se había podido confirmar científicamente la presencia de esta especie en las cercanías del archipiélago balear.
“En los últimos años hubo posibles avistamientos no confirmados y rumores diversos, pero esta es la primera constatación científica de la presencia del Carcharodon en aguas españolas desde hace al menos 30 años”, han afirmado desde la asociación.
Según ha apuntado a través de Twitter el biólogo marino Toni Muñoz, que trabaja con el grupo ecologista GOB Mallorca, el animal está catalogado como una especie en peligro de extinción y se encuentra en el libro rojo de los peces de las Islas Baleares. No obstante, el registro del Ejecutivo balear apunta a que en algunas zonas del Mediterráneo hay indicios de una posible expansión de la especie, como es el caso del Golfo de León.
Joan Carles Palerm, biólogo portavoz del GEN-GOB Eivissa con el que ha contactado este diario, ha apuntado que el tiburón blanco es un animal común en el Mediterráneo, si bien era una especie mucho más abundante hace años. De acuerdo con numerosos informes científicos, existen evidencias históricas de la presencia del Cacharodon en aguas baleares a lo largo del siglo XX.
“La presencia de grandes tiburones blancos en aguas españolas era un rumor constante, así como una evidencia histórica ratificada por fotografías en toda la costa balear, levantina y catalana”, han reafirmado desde Alnitak. Sin embargo, hacía años que no se había podido documentar de manera fiable la presencia de este animal en las cercanías de la costa balear.
No obstante, para Palerm, a pesar de que el dato es positivo y poco habitual, “no es raro”. De acuerdo con el biólogo, el problema radica en que “hay muy pocos datos y poca investigación en el Mar Balear”, por lo que con un sólo avistamiento, no se puede confirmar que la población del tiburón blanco haya aumentado en la zona.
“Es cierto que en los últimos años numerosos pescadores han grabado algunos encuentros con tiburón blanco o bichos muy parecidos, pero por las imágenes no se podía asegurar que lo fuesen”, ha explicado. Es por ello que “confirmar esta observación es importante, pero todo es muy especulativo”.
En ese sentido, Palerm ha señalado la importancia que tiene la presencia de investigadores en el mar y la concienciación ciudadana. “Cada vez hay más gente de recreo en el mar y se multiplican las observaciones. Con proyectos de ciencia ciudadana se podría intentar obtener información útil”, ha explicado.
“Pero la gente tiene que saber donde puede enviar esa información y alguien tiene que organizar proyectos para reclamar y usar esos datos”, ha concluido.