“Las personas pueden asumir que los alimentos para bebés son saludables y están cuidadosamente regulados, pero la realidad es que muchos contienen demasiado azúcar como para ser considerados adecuados para los bebés”. El pasado lunes, la Organización Mundial de la Salud (OMS) publicó un comunicado en el que alertaba de la elevada cantidad de azúcar en los alimentos para bebés y critica que estos productos sean anunciados como aptos para los pequeños.
La organización sanitaria recomienda la lactancia materna exclusiva hasta los seis meses de edad y, a partir de ahí, se recomienda comenzar con la alimentación complementaria y añadir progresivamente otros alimentos a la dieta. Actualmente, la industria alimentaria ofrece una amplia gama de productos para complementar la lactancia y continuar la alimentación hasta los 3 años de edad y es en esos productos en los que se han centrado los estudios de la organización sanitaria.
¿Qué dice la OMS?
Dos nuevos estudios realizados en Europa muestran que “una alta proporción de alimentos infantiles se comercializan incorrectamente como adecuados”, a pesar de que muchos de ellos “contienen niveles inapropiadamente altos de azúcar”. En general, se ha encontrado un contenido excesivo de azúcar en todo tipo de productos, como cereales, purés de frutas y verduras, yogures, galletas, bebidas en polvo (por ejemplo, cacao en polvo), batidos azucarados, etc.
¿Por qué no se le debe dar azúcar a un bebé?
Las preferencias alimentarias y las pautas dietéticas se establecen en la lactancia y en la primera infancia y, según la OMS, los productos excesivamente endulzados “podrían afectar el desarrollo de las preferencias gustativas de los niños al aumentar su gusto por los alimentos más dulces”. Una mayor preferencia por lo dulce implica, a su vez, un mayor consumo de azúcar, un comportamiento que está asociado con el sobrepeso, la obesidad e importantes problemas de salud.
No es la única institución en advertir sobre los efectos del azúcar en los más pequeños. Según la Asociación Americana del Corazón, existen “pruebas sólidas que vinculan los azúcares añadidos con un mayor riesgo de enfermedades cardiovasculares en los niños”, por lo que se deben evitar estos azúcares en los menores de dos años.
¿Por qué llevan tanto azúcar estos productos?
Según la Sociedad Europea de Nutrición Pediátrica, “los bebés tienen una preferencia innata por el sabor dulce”, por lo que las empresas explotan esta preferencia añadiendo edulcorantes para hacer sus productos más atractivos. En un informe publicado el pasado año, esta sociedad científica también advirtió sobre el excesivo contenido en azúcares de los alimentos infantiles, algo que considera “preocupante”, precisamente porque al explotar la preferencia de los bebés se refuerza su atracción por lo dulce, exponiéndoles a problemas de salud en el futuro.
¿Todos los tipos de azúcar son iguales?
No. El azúcar presente de forma natural en las frutas enteras o en la leche materna, los preparados para lactantes, la leche de vaca o de cabra o los productos lácteos no azucarados no se considera azúcar libre y, por tanto, no es motivo de preocupación. Lo que resulta “preocupante” para la OMS es el elevado nivel de azúcares añadidos presente en los productos procesados.
Esos azúcares añadidos pueden presentarse como jarabes, miel y zumo o concentrado de fruta, o en forma de edulcorantes no azucarados como sacarina, acesulfamo, sucralosa, aspartamo y stevia. Según la OMS, ninguno de estos productos debería utilizarse en alimentos para lactantes y menores de 3 años.
¿Los productos endulzados con zumo de frutas son recomendables?
No. Aunque muchas empresas promocionan sus productos endulzados con zumo de frutas con el mensaje “sin azúcares añadidos”, la OMS sí los considera como tales. La organización sanitaria llama especialmente la atención sobre este tipo de reclamos publicitarios y considera “engañoso” anunciar de esta forma un producto endulzado con zumo de frutas. “El zumo de fruta no debe añadirse a los alimentos para lactantes y niños pequeños”, sentencia.
¿Qué dice la OMS sobre los anuncios de comida para bebés?
Según las recomendaciones acordadas hace más de 40 años por la organización sanitaria, los alimentos para bebés no deben llevar declaraciones de propiedades nutricionales o saludables y tampoco deben llevar reclamos para atraer a los niños. Sin embargo, “a pesar de las normas acordadas a nivel mundial sobre la promoción de alimentos para lactantes y niños muchas empresas que fabrican y venden alimentos infantiles no cumplen con estas normas”, advierte la OMS.
Según los estudios realizados, prácticamente todos los productos analizados contenían algún tipo de declaración promocional sobre la composición del mismo y prácticamente la mitad llevaban imágenes de dibujos animados en el envase y estaban “claramente diseñados para atraer a los niños”.
¿Permite la legislación europea anunciar estos productos como aptos para bebés?
Sí, la UE lo permite a pesar de que va en contra de las recomendaciones de los especialistas. Estas recomendaciones no llegan solo de la OMS, la Sociedad Europea de Nutrición Pediátrica advirtió el pasado año que “las Autoridades Nacionales deben adoptar políticas dirigidas a reducir la ingesta de azúcares libres en lactantes, niños y adolescentes” y un estudio reciente asegura que “los padres no pueden elegir los productos alimenticios más saludables para sus hijos simplemente centrándose en las declaraciones de propiedades de los alimentos”, por lo que “el gobierno debería regular el etiquetado de los datos nutricionales y las declaraciones de propiedades nutricionales de los productos destinados a los lactantes menores de 12 meses”.
¿Cómo y dónde se han realizado los estudios?
La OMS analizó cerca de 8.000 alimentos comercializados para lactantes y niños pequeños disponibles en más de 500 establecimientos de 4 ciudades de la región europea, recopilando datos sobre el contenido nutricional, así como de los mensajes promocionales del envase. Las ciudades en las que se realizó el estudio fueron Viena (Austria), Sofía (Bulgaria), Budapest (Hungría) y Haifa (Israel) y la recogida de datos se realizó entre noviembre de 2017 y enero de 2018. En las cuatro ciudades se encontró que entre el 28% y el 60% de los productos infantiles se comercializan como aptos para bebés, a pesar de su alto contenido en azúcar.
¿Sucede lo mismo en España?
Sí, aunque el estudio se ha realizado en solo cuatro ciudades el hecho de obtener resultados similares en países diferentes “sugiere que es probable que los problemas identificados se extiendan por toda la región”, según asegura la OMS. Además, resultados anteriores, como los obtenidos en el Proyecto sobre obesidad infantil de la UE, muestran que la oferta de productos para menores de tres años con azúcares añadidos es también elevada en toda Europa, incluido el mercado español.
España es, además, uno de los países europeos con una mayor tasa de obesidad infantil, según un reciente estudio publicado el pasado mes de mayo, por lo que la aplicación de las recomendaciones de la OMS cobra especial relevancia.