Fue la primera medida que el Gobierno aprobó para contener la creciente polémica política y social sobre los desahucios. En marzo de 2012, Luis de Guindos anunciaba un Código de Buenas Prácticas para proteger a los clientes más vulnerables frente a los desahucios. El código era voluntario, ningún banco estaba obligado a cumplirlo. Resultado: un año después, con más de cien entidades acogidas, los bancos han concedido 291 daciones en pago y han suavizado las condiciones de 601 hipotecas a través de esta herramienta. En España, un estudio del Colegio de Registradores calcula que, sólo en 2012, se produjeron en España más de 30.000 desahucios en primeras viviendas. 115 expropiaciones diarias. Según esta misma fuente, la banca admitió fuera del código de buenas prácticas 11.441 daciones en pago en primera vivienda ante la insolvencia de sus clientes.
Lo que sí se interpreta de los datos es que los bancos han pisado el acelerador en los últimos meses. De marzo a octubre de 2012, el Código de Buenas Prácticas se estrenó con 42 daciones en pago y 171 renegociaciones de la hipoteca, lo que se interpretó como un fracaso. Si las cifras se hubieran mantenido, tendríamos un balance al final del primer año de unas 84 daciones en pago y sin embargo la cifra, aunque sigue siendo exigua, supone más del triple. Esta reacción coincide con el mayor auge del debate político y social sobre desahucios liderado por la Plataforma de Afectados por la Hipoteca.
La dación en pago existe en España, pero depende del banco que se pueda aplicar y entra dentro de las buenas prácticas recomendadas por el Gobierno a las que se acogen de manera voluntaria los bancos. Precisamente lo que piden los colectivos antidesahucios es que la entrega de llaves comporte la anulación de la deuda hipotecaria no en aquellos casos en los que en banco tenga a bien, sino en supuestos fijados por ley; en la ILP rechazada en el Congreso, lo que se reivindica directamente es que no haya supuestos: no hay casa, no hay deuda. Por tanto, que en estos meses aumente o disminuya la cifra de casos de dación en pago habla de la voluntad o arbitrariedad de la banca, dependiendo de los casos concretos o de la presión social.