Botella quiere 'tunear' los coches de la Policía Municipal

No son las Google Glass de la Policía Nacional, pero la alcaldesa de Madrid, Ana Botella, está dispuesta a renovar el aspecto de la Policía Municipal. El Ayuntamiento no confirma cómo ni cuándo. De momento están evaluando los diseños tanto del uniforme para los agentes como de las identificaciones que llevan los coches patrulla y otros móviles policiales.

Algunos de los diseños que se han podido ver –algunas propuestas ya se han presentado a mandos del cuerpo y a sindicatos– son cuanto menos sorprendentes: un logo de POLICÍA en el que la L disminuye su tamaño hasta casi desaparecer y un paisaje madrileño al atardecer, rascacielos incluidos, para decorar vehículos oficiales.

“Ni el cambio de uniformes ni la nueva rotulación es pertinente en una situación de grave crisis económica. Y las necesidades de la Policía Municipal pasan por muchas cosas, menos por esas. Por ejemplo, por definir el modelo de carrera profesional, por una definición clara de competencias (sobre todo en relación con las unidades centrales de seguridad, las de contención de masas), la dignificación de su labor o acentuar su papel como policía de proximidad ciudadana... Las cuentas públicas no están para estos cambios superficiales, estéticos”, asegura el portavoz del PSOE en la Comisión de Seguridad, Pablo García Rojo.

Para Izquierda Unida, la renovación que propone Botella no es lo prioritario. “Cada euro que se gasten será un dispendio. La situación es que hay agentes que tienen que pagarse de su bolsillo los guantes anti corte porque no hay presupuesto y los chalecos antibala están contados. ¿Y lo que hace falta es un cambio de diseño? Es un despropósito”, denuncia Ángel Lara, portavoz de Seguridad en el Ayuntamiento.

Rojo apunta también a la compra de dos nuevas furgonetas para las Unidades de Intervención, homologables a las UIP de la Policía Nacional. “Material para unas competencias que están reservadas para el Cuerpo Nacional de Policía”, explica.

Los sindicatos policiales no ven con malos ojos el cambio de looklook. Creen que ya ha habido suficiente austeridad en este tema. Explican que los uniformes se entregaron paulatinamente entre 2005 y 2010, y desde entonces la reposición de vestimentas se ha complicado. Si al principio había un presupuesto asignado a cada agente para que gestionara su uniforme, con la llegada de la crisis desapareció y actualmente es el mando directo el que debe autorizar la petición de nuevas prendas. “Ya se ha ahorrado suficiente”, aseguran.

Mejorar el aspecto

De acuerdo con fuentes cercanas al Ayuntamiento, el objetivo es mejorar el aspecto sobre todo de las unidades que trabajan en “puntos de alta visibilidad”: en zonas turísticas o especialmente concurridos, para actos oficiales y vehículos utilizados como escoltas de comitivas de personalidades.

Aparentemente el que más posibilidades tiene de convertirse en el nuevo uniforme de los policías municipales de Madrid es el que abandona el amarillo actual por el rojo. La imagen del skyline podría utilizarse para puntos fijos y muy frecuentados, como el Museo del Prado o la Puerta del Sol, de las Oficinas de Atención Ciudadana.

Fuentes de la Policía Municipal especulan con que la presentación oficial de los nuevos modelos será el 24 de junio, con motivo de la festividad de San Juan, patrono de los agentes madrileños, en el que suele realizarse una gran ceremonia, con actuaciones de la banda municipal y entrega de medallas. Una posibilidad es que la puesta de largo de todas estas novedades cuente incluso con la presencia del príncipe de Asturias, como adelantaba hace unos días el diario ABC.

La última adquisición de indumentaria para los policías municipales data de este mismo año. De acuerdo con el BOE, el Ayuntamiento ha adjudicado en febrero de 2014 más de 188.000 euros para la adquisición de “petos desudadores” para los agentes.

Desde el Sindicato Colectivo de la Policía Municipal apuntan que espera que con el nuevo uniforme mejore el calzado, ya que actualmente sólo hay un modelo invernal, que “resulta una verdadera tortura en los meses calurosos”. De hecho, aseguran que en verano muchos agentes sufren hongos en los pies por culpa de estas botas.