Brazos en alto entonando el 'Cara al Sol'. Así ha terminado la primera misa en honor a Francisco Franco que se ha celebrado en el aniversario de su muerte tras la entrada en vigor de la Ley de Memoria Democrática. La escena se ha producido pasadas las nueve y media de la noche este jueves en la madrileña calle Velázquez. Más de un centenar de nostálgicos del franquismo se han congregado en la parroquia de los Doce Apóstoles para reivindicar la figura del dictador. “Franco. Franco. Franco”, coreaban algunos de los asistentes.
Nada más arrancar la ceremonia, el párroco ha realizado una declaración de intenciones: “Ofrecer esta santa misa porque descanse eternamente Francisco Franco”. En la puerta, minutos antes dos asistentes se saludaban con este mensaje. “Arriba España. Viva Franco. Dilo sin miedo”, le indicaba uno a otro a la vez que extendía su mano. A su lado, un simpatizante de la Fundación Francisco Franco entregaba folletos con la imagen del dictador, una esquela y una oración. “Murió, al servicio de la patria, el 20 de noviembre de 1975”, rezaba uno de los mensajes del obituario que se ha distribuido.
Un sermón contenido
La ley de Memoria Democrática, que ha entrado en vigor el 21 de octubre, determina que son actos contrarios a la memoria los eventos públicos que “supongan exaltación personal o colectiva” de los dirigentes de la dictadura. Algunos de los asistentes han optado por vitorear la figura del dictador de forma coral cuando Jaime Martínez-Bordiú, nieto de Franco, ha abandonado la Iglesia. En ese momento, ya en la calle y con la ceremonia finalizada, han realizado varios cánticos con el brazo en alto.
En la ceremonia el cura ha realizado varias alusiones al dictador, aunque en ningún momento se ha referido a su labor. “Los redimidos por la muerte y resurrección de tu hijo, te pedimos [a Dios] que acojas con bondad a tu siervo Francisco”, ha sido una de las menciones realizadas por el cura. El tono de la misa ha sido mucho más contenido que el de otros homenajes anteriores y previos a la entrada en vigor la Ley de Memoria Democrática.
En 2018, a 500 metros de la iglesia que ha acogido la misa este jueves, el párroco de la iglesia San Francisco de Borja fue más allá y llegó a asegurar que la obra del dictador fue “insuperable”, para enumerar posteriormente algunos de los logros que acreditó al militar golpista, como los “pantanos”, los “pueblos”, la “clase media” y la “seguridad social”.
Hace cuatro años se celebró el que fue el último homenaje que se realizó con el cuerpo de Franco enterrado en el Valle de los Caídos. En ese momento, el cura de la parroquia situada en la calle Serrano centró su sermón en halagos y alabanzas al dictador. En la ceremonia llegó a sonar el himno nacional interpretado con un órgano en uno de los recesos de su discurso.
Se ha rogado por los “españoles de bien”
Este jueves no ha habido acompañamiento musical patriótico en el homenaje al dictador. “Voy a ofrecer el sacrificio de Cristo por esta persona, por Francisco Franco”, detallaba el cura a los feligreses. El homenajeado también ha estado presente en las peticiones realizadas: “Por nuestro hermano Francisco Franco, roguemos al señor. Por su familiares, amigos y españoles de bien, roguemos al señor”. También se oró “por la unidad católica de España y de toda la hispanidad”.
Al finalizar la ceremonia, el cura ha agradecido a los asistentes que hayan cumplido “con un deber de caridad, que es orar por los difuntos”. También ha pedido a los asistentes que se saluden fuera de la parroquia para “mantener el ambiente en silencio”. Minutos después, algunos nostálgicos de la dictadura optaban por entonar el Cara al Sol mientras otros asistentes ofrecían lotería de la Fundación Blas Piñar.
Ante la cercanía del 20N, en estos días se van a celebrar más eventos organizados por nostálgicos de la extrema derecha española. En la plaza de Oriente se celebrará el domingo una concentración promovida por el Movimiento Católico Español. Por su parte, Falange impulsa un homenaje a su fundador José Antonio Primo de Rivera que terminará el domingo en los exteriores del Valle de Cuelgamuros y que cuenta con el visto bueno de la Delegación de Gobierno en Madrid.
Ante el nuevo contexto legal, la organización pide a los asistentes que colaboren “en el buen desarrollo” de sus actividades públicas. Entre las solicitudes que realizan, se les requiere que no lleven banderas ni pancartas. “Sólo se permitirán las que reparta la organización”, apuntan. Además, tampoco invitan a los manifestantes a que improvisen consignas, les sugieren que se limiten a apoyar únicamente “las consignas y cánticos que se lancen por megafonía”.