Las integrantes de la selección española de fútbol han roto su silencio por primera vez desde que se reunieran con el CSD y la RFEF el pasado martes por la noche en un encuentro que se alargó hasta las cinco de la madrugada. Las campeonas del mundo, representadas por Alexia Putellas e Irene Paredes, han aprovechado la rueda de prensa previa al partido contra Suecia para expresar su conformidad con las promesas hechas por la Real Federación Española de Fútbol y han señalado que confían en que los acuerdos alcanzados en las últimas reuniones “harán que el fútbol femenino y el deporte femenino, y en consecuencia la sociedad, sea mucho mejor”.
Putellas ha reclamado en su intervención que en “la Federación de todos” haya una “tolerancia cero ante las personas que hayan escondido, aplaudido o incitado un abuso” y ha insistido en que ellas no son quienes eligen los cambios dentro de la institución, porque no tienen “ninguna competencia para echar ni poner a nadie” y que solo se hacen responsables de “comunicar las cosas que les ayudarían a mejorar como futbolistas”.
Sobre la reunión con la RFEF y el CSD, las jugadoras han señalado que “fue constructiva”. “Sabemos que hay cosas que llevan un tiempo, les tomamos la palabra y se comprometieron”, ha dicho Paredes que ha señalado que los cambios ya se están produciendo. La jugadora ha agradecido la “entrada contundente del CSD”, pero también ha indicado que hasta ahora se habían sentido solas y ya están cansadas. “Hay cosas que están cambiando, pero aún no se ve la luz al final del túnel”, ha dicho la futbolista, que insiste en que lo que hacen ahora es “cambiar las cosas para que las jugadoras solo se dediquen a jugar”.
“Llevamos una semana durmiendo cuatro horas de las reuniones que tenemos”, ha lamentado Alexia Putellas, compartiendo el deseo que el equipo comparte por poder “ser solo futbolistas”, aunque saben que eso es algo que ahora mismo “no puede ser”. “Esto no es un tema deportivo, va mucho más allá”, ha declarado la jugadora, que considera que “el fútbol es un espejo de nuestra sociedad”.
Las deportistas también han comentado la convocatoria para el partido de mañana contra Suecia, para el que fueron citadas tras haber mostrado su “firme voluntad de no ser convocadas”. “Para que se den cambios tenemos que estar aquí y por eso nos hemos quedado. No estamos precisamente a gusto, pero nos quedamos porque es lo que tenemos que hacer para que los acuerdos se lleven adelante”, ha declarado Paredes, mientras que Putellas ha señalado que no querían “marcar un precedente poniéndose de lado”.
Por su parte, la seleccionadora Montse Tomé ha intentado desmarcarse del enfrentamiento entre las campeonas del mundo y la RFEF porque “es algo que se escapa de lo profesional y deportivo”. “Yo tengo que ser profesional y sacar una convocatoria y ahí es donde elijo a las que eran las mejores para estos dos partidos, la intención siempre fue ayudar, escucharlas y entenderlas”, ha indicado Tomé.
La seleccionadora, que tomó el relevo de Jorge Vilda tras su destitución, se ha pronunciado sobre el beso forzado que el expresidente de la RFEF, Luis Rubiales, dio a Jenni Hermoso como algo “inaceptable” y ha señalado que todo lo ocurrido recientemente “escapa de su control”. “Que se den los cambios que se solicitan no forman parte de lo que yo puedo gestionar o dirigir”, ha sentenciado.
Las jugadoras se concentran ahora en Gotemburgo para enfrentarse mañana a Suecia, en el que será el primer partido tras su victoria en el Mundial y tras el cese de Luis Rubiales como presidente de la RFEF.
Por su parte, las jugadoras suecas han anunciado un plan para apoyar a sus contrincantes y que no revelarán hasta el partido: “Es triste para ellas estar liadas con todo esto después de ganar el Mundial. Pero están luchando no solo por ellas, sino para la próxima generación”, ha dicho Kosovare Asllani, una de las futbolistas del equipo rival.