“España no ha dejado de ser católica, aunque vivimos en un humus cultural secularizado, y laicista incluso. La Iglesia española necesita aire”. El cardenal de Valencia y vicepresidente de la Conferencia Episcopal, Antonio Cañizares, defiende los valores morales del cristianismo para la sociedad española frente a “la nueva cultura de nihilismo y laicismo” que, en su opinión, busca el Gobierno de Unidas Podemos y el PSOE.
En una extensa entrevista, el purpurado pone como ejemplos “la eutanasia y el aborto”, pero se muestra especialmente preocupado por la futura ley de Educación que plantea el Gobierno. “No vamos a negociar sobre la clase de Religión, sino a exigir unos derechos de los padres”, asegura. “En este momento la clase de Religión las tienen los musulmanes, los judíos, todas las confesiones cristianas... no hay ningún privilegio para la Iglesia. Y no es en virtud de los acuerdos Iglesia-Estado, sino de la Constitución, que reconoce un derecho fundamental”, añade, insistiendo en que se rompen los acuerdos “si la Religión no es considerada una enseñanza fundamental en el curriculum”. “No podemos volver a alternativas ridículas, como la del parchís”.
“Necesitamos hacer un gran pacto mundial por la educación, que nos lleve a una educación para la concordia, para la memoria de futuro que tenemos que construir entre todos, no una memoria de la que tengamos que avergonzarnos”, apunta Cañizares, que cree que este Gobierno “no demuestra ir por ahí”, y sostiene que, la “intención” del veto parental es “que se llame la atención sobre el derecho que tienen los padres y que nadie les puede quitar. Libertad de enseñanza, libertad para elegir, también los contenidos, que sea protegido ese derecho, que es primario, anterior al Estado”.
“No acoger a los inmigrantes no es cristiano”
“Estamos haciendo una sociedad discriminada y discriminatoria. Quien está conmigo, de acuerdo; quien no está conmigo, fuera, excluido”, lamenta Cañizares, quien se muestra crítico con el Gobierno por desentenderse de los refugiados una vez llegan a España –“Los reciben en el puerto, y luego los dejan, y elevan las vallas”–, pero también critica actitudes como las de Vox: “La labor de la Iglesia es formar a los cristianos, ofrecer pautas morales que digan que no acoger a los inmigrantes no es cristiano”.
Pese a todo, el vicepresidente de la CEE aboga por “llegar a acuerdos” con el Gobierno, y recuerda su “estupenda relación” con Carmen Calvo en etapas anteriores, especialmente durante el Gobierno Zapatero. “Me llevaba bien, se consiguieron muchas cosas. Ellos también estuvieron abiertos al acuerdo”, recuerda. Y es que fue Cañizares quien, entre otros acuerdos, consiguió el incremento del 0,7 en la Renta para los obispos.
IBI, inmatriculaciones, Franco...
¿Debe pagar la Iglesia el IBI? “Si la Iglesia tiene que pagar el IBI, también los sindicatos, también los partidos políticos, también distintas asociaciones que se dedican al servicio de los otros”, responde Cañizares. “Ningún privilegio, pero tampoco perder ningún derecho”.
En cuanto a las inmatriculaciones, el cardenal sostiene que “no me preocupan en absoluto, porque se ha hecho todo conforme a la ley”.
En cuanto a la exhumación de Franco, Cañizares sostiene que “ha sido una polémica muy desgraciada” que “no favorece la concordia”, y defiende que “el Valle de los Caídos tiene una significación por sí misma, incluso sin Franco”. Pese a ello, se muestra de acuerdo en resignificar Cuelgamuros, aunque ello suponga la salida de los benedictinos. “Siempre que sea en esta lógica de concordia, de reconciliación, de perdón, de olvido de todos y de una España unida en común y adelante todos juntos, de acuerdo”.
La unidad de España, ese bien moral
Y es que la unidad de España sigue siendo una de las grandes obsesiones del arzobispo de Valencia. “Hay que volver a las raíces, ser verdaderamente una España donde quepamos todos, donde colaboremos todos. Recuperar España, y hacerla grande, no en el sentido que se le daba en otros momentos, sino una España con una capacidad que no ha tenido ningún país del mundo”.
“Cataluña me preocupa porque quiero mucho a Cataluña”, responde Cañizares sobre el impulso independentista. Y añade, tajante, que “Cataluña no es sin España, ni España sin Cataluña, es una unidad. Y esto es un valor moral. Y eso hay que defenderlo”.
Con respecto a las elecciones a la presidencia de la Conferencia Episcopal, Cañizares evita postularse, aunque se muestra dispuesto a liderar la Iglesia española. “No me apetece para nada ser presidente, pero si los obispos me votan, aceptaré”, recalca, subrayando que en la Iglesia española “hace falta liderazgo. Que el presidente que elijamos se sienta libre, y que todos los que estemos su alrededor nos sintamos libres”.
Sobre la pederastia en la Iglesia, Cañizares pide “ser inflexible en este tema” y “acompañar a las víctimas”, y abre la puerta a que la Iglesia investigue casos del pasado, o indemnice a las víctimas. Respecto al papel de la mujer en la Iglesia, el vicepresidente del Episcopado admite que “debemos trabajar mucho más (…). La mujer debe tener un protagonismo mayor. El tema del ministerio sacerdotal, no entro en ello, pero eso no quiere decir que no se reconozca, se potencia y se fortalezca el papel de la mujer en la Iglesia”.
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