24 de abril de 2023. Quedan aún 37 días para el verano meteorológico. Muchos aires acondicionados en España se enchufan para paliar el episodio de “calor inusual” que se ha declarado. Calor de récord y muy tempranero que “encaja con lo que se está observando que provoca el cambio climático”, analiza la Agencia Estatal de Meteorología.
El aire que ha penetrado en la península llega recalentado desde el norte de África y se calienta todavía más en España. Los termómetros están llegando a valores “propios del verano” y “excepcionalmente altos”. La cúspide se espera para el jueves y el viernes.
“Será, probablemente, el episodio más intenso vivido en la península en un abril desde que hay registros”, analiza el meteorólogo portavoz de la Aemet, Rubén del Campo. “Varios de estos días acabarán siendo los más cálidos para estas fechas desde 1950”.
La prudencia científica es habitualmente reacia a atribuir un evento concreto a un fenómeno global como la crisis climática. Sin embargo, Del Campo explica que, con el calentamiento global, “es sabido que los extremos relacionados con las altas temperaturas se han vuelto más frecuentes e intensos y que, ese calor intenso, aparece más temprano”.
El calor es cada vez más severo en España, como se ve en la relación de provincias de la tabla que muestra el incremento de necesidad de aire acondicionado para mantener una temperatura de confort en los edificios.
De hecho, este episodio es el tercero de calor muy alto “de pleno verano” que se dispara en la primavera en los últimos años, como recuerda el meteorólogo. Tanto en mayo de 2022 como de 2015 se vivieron sendos picos de temperatura en eventos “extraordinarios que superaron los 40ºC en puntos del sur y este de la península”.
Ahora, en abril de 2023, se prevé superar los 38 grados “lo que no tiene precedente en la red de medición de la Agencia”, remacha Del Campo.
El incremento del número de días calurosos que viene experimentando España en los últimos años queda documentado en el registro de récords diarios de temperatura que calcula la Aemet. “Reflejan la mayor frecuencia y duración de los episodios de calor”, explican.
Lo que muestran los datos es que el número de récords diarios de calor que se han registrado es mucho mayor que el que correspondería al clima equilibrado, sin alteraciones. Al mismo tiempo, el número de récords diarios por bajas temperaturas es mucho menor.
En la década entre 2012 y 2021, deberían haberse producido 54 récords por calor y 54 por frío si el clima hubiera seguido un curso sin alteraciones inducidas. Sin embargo, las mediciones dicen que hubo 146 picos de calor. Más del doble. Y, en el otro extremo, 14 récords de frío, es decir, casi cuatro veces menos.
Llena de islas de calor
Así que los termómetros en general, y en particular de las ciudades, se disparan. Las urbes, al fin y al cabo, se han convertido en islas de calor debido al diseño y utilización de materiales que absorben, se quedan y luego reemiten el calor solar.
Las previsiones de la Aemet hablan de plusmarcas de temperatura para abril durante estos días en, entre otras, Sevilla, Córdoba, Almería, Madrid o Zaragoza.
Desde 1971, “las temperaturas máximas han subido un promedio de 3,54 ºC y las mínimas 2,73ºC en las ciudades españolas”, ha concluido un estudio del Centro de Política del Suelo y Valoraciones de la Universidad Politécnica de Catalunya publicado este martes.
Este equipo ha analizado el proceso de calentamiento en las principales áreas urbanas del país. Han revisado la situación en Barcelona, Madrid, Valencia, Zaragoza, Sevilla, Málaga, Bilbao, Valladolid, Ciudad Real, Badajoz, A Coruña, Ourense, Murcia, Logroño, Palma, Las Palmas de Gran Canaria y Santa Cruz de Tenerife.
Su conclusión es que, en estas urbes, los días de verano han aumentado de 90 a 145 en los últimos 50 años. “Supone vivir dos meses más de esta estación”, afirman los investigadores.
Con ese panorama, las ciudades han visto la temperatura elevada una media de 1,49ºC, “mucho más acusado que la media mundial de 0,7ºC”.
Y por las noches, el alivio térmico también es menor. Se ha pasado de soportar 45 noches tropicales –con 20ºC o más– en 1971 a aguantar 63 el año pasado. Para este episodio que atraviesa actualmente la península, la Aemet avisa de que, en Andalucía, esperan “puntualmente” noches tropicales. También en Toledo y Madrid. Todo, en el mes de abril.
En resumen, muchos más días cálidos y más calor alimentando esas islas de sofoco. “El calentamiento global es una realidad incontrovertible en España”, sentencia este trabajo.
Encender el aire acondicionado en abril solo prolonga la tendencia a la que el calentamiento global ha abocado a España durante las últimas décadas: actualmente es necesario el doble de aire acondicionado que en 1979 para refrigerar los edificios ante el calor del exterior.
Mantener una temperatura de confort –situada por Eurostat en 21ºC– obliga a conectar la refrigeración artificial más veces y con más intensidad, según el índice de grados-día (cdd) que maneja la Oficina Estadística Europea. Si al entrar en la década de los años 80 del siglo XX ese indicador estaba en 130 cdd, en 2021 se llegó a los 239. Un 84% más.
El episodio de abril está previsto que acabe el domingo, el último día del mes. Luego, las predicciones hablan de una “descenso acusado” de temperaturas. Pero igual es solo una tregua. Tras refrescar el lunes, la Aemet calcula que habrá un “ambiente muy cálido para esta época del año durante toda la segunda mitad de la semana próxima”.