Cáritas denuncia que, a pesar de la salida de la crisis, las inversiones públicas destinadas a ayudas sociales nacionales e internacionales han descendido, reduciéndose de nuevo en un 2,5%. Así lo han comunicado los representantes de esta asociación en la presentación de su memoria anual. Esta organización, que invierte cada año 358 millones de euros en la lucha contra la pobreza, ya cuenta con un 75% de fondos privados.
El secretario general de Cáritas Española, Sebastián Mora, ha criticado duramente la política social del Gobierno Rajoy, denunciando que en los últimos ochos años “el descenso en proyectos de ayuda al desarrollo ha sido una auténtica indecencia”. “Cáritas ha destinado 30 millones de euros a un programa de emergencia y ayuda al desarrollo, mientras que en su proyecto de presupuestos generales, el Estado tiene asignado un aumento de 11 millones, apenas un tercio”, insistió Mora.
El secretario general de Cáritas ha advertido de que el problema no termina con la recuperación económica. “Hay mucha gente, muchas familias que siguen viviendo bajo los escombros”, ha reseñado. Además, no se han limitado a recordar las crisis nacionales, también las tragedias sociales internacionales.
Sobre los refugiados y política migratoria, Mora ha lamentado que “ya no sea noticia que 400 personas hayan venido este último fin de semana en patera”. “Ya no es noticia que el Mediterráneo siga siendo un cementerio, parece que no nos preocupan las hambrunas en el Cuerno de África. Nos olvidamos de que al 70% de las familias no les ha llegado los síntomas de la recuperación económica, parece que ya no hay familias hacinadas en infraviviendas o que no existen 600.000 hogares que no tienen ningún ingreso. Pero existen”, apuntó Mora, que también pidió “luchar para no invisibilizar estas situaciones”.
Como casi no podía ser de otra manera, el prelado ha tenido que contestar sobre la crisis catalana. El obispo auxiliar de Santiago y responsable de Cáritas, Jesús Fernández, mostró su “preocupación” y pidió, junto a la oración, “una reflexión, parar esta vorágine y pensar un poco”.
En este sentido, el prelado pidió “a los responsables del Gobierno que se dejen guiar por la sensatez, la justicia y la fraternidad, con responsabilidad, sabiendo que es mucho más fácil a veces destruir que construir, y que se pueden tomar decisiones irreversibles”.
Al mismo tiempo, también ofreció la colaboración de la Iglesia “para curar heridas”. “Contemplamos una sociedad catalana fragmentada, y eso es doloroso para ellos, pero también para el resto de España”, argumentó. Aunque Fernández trató de no restar protagonismo a la presentación de los datos de Cáritas, diciendo que que “cuando voy por la calle y hace frío, no he visto a ningún pobre ir a Cáritas envuelto en ninguna ninguna bandera. Los pobres nos piden reflexión, sensatez y caridad”.