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Carolina, madre de dos alumnas: “Los padres hemos abandonado los colegios públicos”

Carolina León y sus dos hijas de 12 y 7 años han apoyado todas las jornadas de huelga y manifestaciones desde que hace año y medio comenzaran las movilizaciones educativas de la marea verde. Hoy no será una excepción, y esta trabajadora autónoma ha decidido que sus niñas no acudan a clase con un doble objetivo: en defensa de la enseñanza pública y en contra de los recortes.

Carolina es muy crítica con la dejadez de las Comunidades Autónomas con los colegios públicos, pero también le da un toque a los padres: “Las familias también tenemos nuestra parte de responsabilidad porque hemos abandonado la escuela pública, que ha terminado siendo un gueto, con profesores desbordados que hacen todo lo que pueden”. Esta mujer pone de ejemplo que basta con darse un paseo por su barrio, Prosperidad (Madrid) para ver un sinfín de niños paseando con uniforme de colegio concertado o privado.

En este vídeo, Carolina cuenta los motivos para apoyar la jornada de hoy:

La jornada de hoy no será para pasarla en casa. Por la mañana Carolina ha ido con sus hijas a la plaza de su barrio para ver el ambiente de los estudiantes y padres, participar en la acción Toque a Bankia y también en la consulta pública sobre la Sanidad. En casa, el deterioro de la escuela pública es un tema recurrente: “Ellas son muy conscientes de lo que ocurre, muchas veces las niñas son las primeras que me cuentan 'Hoy ha faltado un profesor y no han puesto sustituto'”, explica esta mujer. Por la tarde, tienen la intención de acudir a la manifestación que a partir de las 18.30 recorrerá el centro de Madrid.

El año que viene esta familia sufrirá de primera mano los recortes porque el colegio de la hija pequeña es uno de los que la Comunidad de Madrid va a cerrar por falta de alumnado. “A esto se ha añadido que, al haber pocos estudiantes, han ido quitando recursos”, agrega Carolina.

Esta mujer trabaja como autónoma y consciente de los tiempos precarios, tiene un temor: el futuro educativo de sus hijas y cómo podrá pagarlo. “En unos seis años la mayor ya irá a la universidad, no sé cómo podré afrontar esos gastos”, señala. Ya a estas alturas a principio de curso tuvo que desembolsar 500 euros por los libros de texto de las dos niñas. “En el colegio son conscientes de la precariedad de las familias y no piden mucho, pero aun así hay muchos gastos”, señala Carolina, que añade otros problemas económicos que ponen muy cuesta arriba el tener dos estudiantes en casa: “Han quitado prácticamente todas las becas de comedor y la Junta municipal tampoco subvenciona como hacía antes las excursiones”.