El 'CIS italiano' revela que la mayoría de católicos quiere que la Iglesia reconozca las uniones gay
Algo empieza a cambiar, incluso en la tradicionalmente ortodoxa Iglesia italiana. El centro de la cristiandad, el lugar donde reside el Papa de Roma es -junto con España, Portugal o Irlanda- uno de los países europeos más conservadores en materia religiosa. Al menos sobre el papel. Y es que la llegada de Francisco ha roto con los silencios y ha abierto todo tipo de debates. Así se deduce tras analizar los resultados de la encuesta elaborada por el Censis (el CIS italiano), titulada 'Roma hacia el Jubileo', que muestra cómo el 64% de los católicos italianos están a favor de que la Iglesia reconozca las uniones gay, y hasta un 73% quieren que la institución revise su doctrina en materia sexual y reproductiva.
Dos de cada tres católicos del país donde la Iglesia es el mayor poder establecido está a favor de la uniones gay. Con matices, puesto que no son mayoría los que quieren que se la denomine “matrimonio”, y hay más dudas respecto a la adopción por parte de parejas homosexuales, pero de un significado innegable. Más aún en estos momentos, cuando restan meses para que el Sínodo de la Familia debata sobre la posible inclusión en el seno de la Iglesia de algunos sectores tradicionalmente apartados por la misma: divorciados vueltos a casar, uniones prematrimoniales u homosexuales.
Según el estudio, el 62% de los católicos transalpinos rezan habitualmente, cuatro de cada diez van a misa con regularidad y un cuarto realiza peregrinaciones a santuarios. Son tradicionales, pero también están con los tiempos. Así, el 73% reclaman una “revisión de la doctrina en materia sexual”, un 66% piden un mayor rol de responsabilidades de la mujer en los puestos de responsabilidad de la Iglesia, y más de la mitad piden directamente la abolición del celibato obligatorio para los sacerdotes.
¿Qué Iglesia quieren los católicos italianos? Una Iglesia que comprenda los problemas de los jóvenes de hoy (98,3%); que se abra a los desafíos de la familia (97%); una Iglesia franciscana, humilde (93%), y que asuma y desarrolle la herencia del Concilio Vaticano II (88 %). En cuanto al impacto del Papa Francisco para el presente o el futuro de la Iglesia mundial, los encuestados destacan su carisma (79% de los católicos italianos).
Desde hace siglos, la Iglesia “romana”, junto a la alemana, han sido las dos almas, las que marcaban la tendencia de los católicos de todo el mundo. Por primera vez en décadas, italianos y alemanes parecen ponerse a la cabeza de las reformas que Francisco plantea para la Iglesia católica.
Una “Iglesia pobre y para los pobres”, que tenga en cuenta las periferias y que, por primera vez en la Historia, ha planteado un Jubileo de la Misericordia como signo de un nuevo tiempo, en el que se termine con el “descarte”, también en el interior de la institución.
