El presidente de la CEOE, Antonio Garamendi, ha pedido pensar “muy bien las cosas” a la hora de plantear una nueva subida del Salario Mínimo Interprofesional (SMI) en 2020 en un contexto de desacelaración económica.
En declaraciones a los medios en el marco de un encuentro empresarial CEOE-Cepyme, Garamendi ha apuntado que el Gobierno aún no ha contactado a la patronal sobre este tema y que se hablará cuando llegue el momento, pero ha pedido tener en cuenta la coyuntura a la hora de tomar decisiones.
“Cuando sabemos que hay una desaceleración, no solo en España sino en el mundo, pensémonos muy bien las cosas de lo que tengamos que hacer”, ha reflexionado.
Ayer, la secretaria de Estado de Empleo, Yolanda Valdeolivas, afirmó que aún no podía anticipar la decisión sobre el SMI pero que ya se trabajaba para que, si se daba el escenario favorable (en alusión a una la formación de Gobierno), entrara en vigor el 1 de enero.
Sobre las consecuencias de la subida del SMI este año, un 22,3 % hasta 900 euros, Garamendi ha señalado que ya se empiezan a ver los efectos por ejemplo en el campo con unas 70.000 personas que ya no están en la “economía integrada”.
En esta línea, y cuestionado por las declaraciones de ayer del secretario de Estado de Seguridad Social, Octavio Granado, reconociendo “problemas” en el sector doméstico con un aumento de la economía sumergida, Garamendi ha recordado que este es “el gran problema de España” con un 24 % de economía sumergida frente al 13 % de Europa.
“Nos parece no solo un error sino algo que habría que resolver”, ha afirmado.
Y preguntado por la decisión de imponer la denominada tasa Google en España, ha insistido en que debe ser un tema europeo y ha advertido de que hacerlo de forma local podría conllevar la deslocalización de empresas.