Detrás del asombro de un chimpancé que maneja Instagram: poca información científica y mucho de mascota

La secuencia puede pasmar: una cría de chimpancé utiliza un teléfono móvil con toda naturalidad para revisar una galería de imágenes y ampliar fotografías. Pasa las miniaturas, elige, cierra... el vídeo ha circulado por internet entre comentarios de asombro. La escena no aporta mucho sobre las ya probadas capacidades de estos primates, explica la primatóloga Laia Dotras, pero sí a la “caricaturización y empleo como mascota de un animal en peligro de extinción por la acción humana”, puntualiza tras analizar el vídeo.

Dotras, que es la directora adjunta del Instituto Jane Goodall España, explica a eldiario.es que “puede llamar la atención verlo manejar una herramienta tecnológica, pero son capaces de cosas mucho más llamativas”. Y enumera: “Son capaces de aprender el lenguaje de signos, utilizarlo para comunicarse con humanos y enseñárselo a otros chimpancés. Colaboran entre ellos para conseguir objetivos y fabrican herramientas para obtener alimentos en libertad. Incluso las madres corrigen la posición de la manos de sus hijos para que lo hagan correctamente”.

La científica aclara que las crías de chimpancés, como la del vídeo, pueden aprender por imitación perfectamente el uso de un dispositivo como es un móvil. “Es fácil que vea a un humano adulto manejar el teléfono y lo aprenda”. Pero, rápidamente avisa de que “lo que siento al verlo, más que asombro, es tristeza”. Tristeza por lo que, analiza, implica que un chimpancé aparezca en escenas como esta.

“Tener una cría así, a modo de mascota, supone la muerte de, al menos, otros diez ejemplares si llega desde sus hábitats naturales. Es un mensaje contrario a lo que deberíamos perseguir que es la protección de una especie diezmada por la caza furtiva o la desaparición de los ecosistemas en los que vive”.

Los chimpancés, y sus parientes próximos los bonobos, padecen la presión de la caza furtiva en África tanto para satisfacer la demanda de una mascota exótica como la obtención de carne. Según avanza la deforestación, sus poblaciones son más accesibles y los chimpancés entran en conflicto con comunidades humanas por los recursos como los árboles restantes, los frutos o los puntos de agua, señalan en el Instituto Goodall.

Dotras insiste en que “lo que vemos en esta escena puede llamar la atención, pero es algo que también hacen humanos de tres años. La especie es altamente social y cognitiva. Lo que no puede ser es un mascota en una casa”.