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Cientos de activistas protestan en aeropuertos de once países contra los jets privados: “Estamos en peligro de extinción”

Decenas de activistas paralizaron un avión privado durante una protesta en el aeropuerto privado de Schipol, en Amsterdam.

Alberto Ortiz

14 de noviembre de 2022 12:58 h

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Una sentada frente a un avión privado en Países Bajos, científicos encadenados a las puertas de un aeródromo en Carolina del Norte o una barricada en el acceso al aeropuerto de Farnborough, en Reino Unido. Cientos de activistas, entre ellos 129 científicos, han realizado una acción coordinada en aeropuertos de once países para pedir la prohibición de los aviones privados y un aumento de tasas a los pasajeros frecuentes para financiar los daños causados por el cambio climático en los países más vulnerables. 

La acción de protesta, coordinada por las organizaciones ambientalistas Scientist Rebellion y Extinction Rebellion, tuvo lugar entre el jueves y el sábado de la semana pasada. Los activistas realizaron bloqueos y protestas no violentas de diferente tipo el jueves en los aeropuertos privados de Farnborough y London Luton, en el Reino Unido; en aeródromos de Berlín, Milán, Stockholm, Estocolmo e Ibiza; así como en Teterboro, en el estado de New Jersey, en Charlotte, en Carolina del Norte, y en Los Angeles y Seattle, en Estados Unidos. También hubo protestas durante el sábado en Melbourne, en Australia; Trondheim, en Noruega; Cascais, en Portugal y frente a la sede en París de Dassault, el tercer fabricante de jets privados del mundo.  

Ese día, tuvo además lugar la protesta más importante, coordinada entre esas organizaciones y Greenpeace. Decenas de activistas lograron colarse en las instalaciones del aeródromo privado de Schiphol, en Amsterdam, y se sentaron frente a las ruedas de un jet estacionados en la pista, lo que provocó el retraso de su salida durante varias horas. Más de 100 activistas fueron detenidos, según los medios locales. La Policía tuvo que sacar a los manifestantes en autobuses.

“Estamos en peligro de extinción”, ha advertido el investigador Gianluca Grimalda, al ser detenido tras participar en las protestas de Milán. “Las sociedades deben entrar en modo de emergencia para evitar una catástrofe climática. Esto incluye reducir las emisiones caprichosas de las élites económicas, que tienen una huella de carbono mucho más grande que la del resto”, ha afirmado después en declaraciones recogidas por el comunicado de la organización. “Es inaceptable que los súper ricos continúen dando vueltas por el mundo en sus aviones mientras millones sufren los impactos desastrosos del cambio climático”, ha añadido. 

En total, según los organizadores, durante las protestas de estos días han estado involucradas unas 200 personas, entre ellos 129 activistas, y más de 31 han sido detenidos (quitando los de la protesta de Amsterdam). Las acciones fueron variadas. En algunos casos, se encadenaron a las puertas de entrada, se pegaron a las puertas y ventanas o dispararon las alarmas de incendios, según la información difundida por Extinction Rebellion. También sirvieron de performances artísticas, como en Ibiza, donde representaron una obra de teatro sobre la arrogancia de las personas más enriquecidas del planeta.

Las protestas forman parte de una campaña internacional denominada ‘Make them pay’ (Obligadles a pagar), que se desarrolla en el marco de la Cumbre del Clima de la ONU, la COP27, que se celebra estos días en Sharm el Sheikh, en Egipto. La campaña tiene el objetivo de hacer llegar a los líderes mundiales la exigencia de prohibir los vuelos privados, que, denuncian, “consumen 10 veces más energía por pasajero que los vuelos comerciales o 50 veces más que los que viajan en tren”.

También piden más tasas sobre los viajeros frecuentes de aviones. “Estos gravámenes ayudarían a eliminar emisiones y a obligar a quienes más viajan a contribuir a las políticas de compensación daños y perjuicios a los países más vulnerables a las emergencias climáticas [que estos días se debaten en la COP]”, explican las organizaciones en una nota. 

“Necesitamos más científicos y más personas de la sociedad civil involucradas en estas acciones de desobediencia. En este momento la gente no necesita a los científicos para saber que hasta que eliminemos los combustibles fósiles los veranos serán cada vez más calientes y estamos en riesgo de perderlo todo”, afirma Peter Kalmus, científico climático arrestado por participar en el bloqueo en el aeropuerto de Carolina del Norte. 

Según los datos de la organización, los aviones representan la cúspide de las injusticias climáticas. “Solo el 1% de la población mundial produce la mitad de las emisiones generadas por la aviación, mientras que el 80% nunca se ha subido a un avión”, sentencia Finlay Asher, preocupado por el incremento inédito de ventas de aviones privados en los últimos meses: “Significa que estamos fallando en nuestras políticas de justicia económica y climática”. 

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