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Miles de personas se han sumado este domingo en Madrid a la marcha en defensa de la Atención Primaria, convocada por 110 entidades y organizaciones para denunciar el deterioro de un servicio con sobrecarga asistencial y falto de recursos y exigir medidas urgentes para superar la situación.
Con una pancarta que recoge el lema de la movilización: “Salvemos la Atención Primaria” y encabezada por los líderes de CCOO y UGT, Unai Sordo y Pepe Álvarez; el portavoz de la Federación Española en Defensa de la Sanidad Pública (FADSP), Marciano Sánchez Bayle; y el representante de Médicos Mundi, Enrique Revilla, los manifestantes se han encaminado este mediodía a la Puerta del Sol, donde las organizaciones convocantes leerán un comunicado para subrayar el “intolerable deterioro” de este servicio, en especial en la Comunidad de Madrid.
En declaraciones a los medios, Unai Sordo ha denunciado los recortes sufridos por la Atención Primaria durante más de una década y ha exigido que sea reforzada presupuestariamente con, al menos, un 7,2% del PIB para financiar la Sanidad y que, de esa cantidad, un 25% se destine a esa primera puerta a la sanidad pública de los ciudadanos.
Por su parte, Pepe Álvarez ha subrayado los “agujeros” de la sanidad agudizados en pandemia y ha exigido que se cubran las deficiencias, por lo que ha insistido en inversión pública en Atención Primaria para que “los hospitales funcionen y los pacientes sean atendidos de forma correcta”.
Mientras, el portavoz de la FADSP ha remarcado que el objetivo de la movilización es visibilizar la necesidad de “salvar la Atención Primaria”, a la que consideran la “gran olvidada” de las administraciones sanitarias, con falta de inversión, profesionales y de accesibilidad. En concreto, Sánchez Bayle ha recordado que muchos centros de salud están todavía cerrados, en otros se ha reducido el horario de atención y en la Comunidad de Madrid se han eliminado los servicios de urgencias.
Los sanitarios llevan meses denunciando que la merma en los servicios de Atención Primaria repercute también en la saturación de los hospitales y en los retrasos en los diagnósticos. Si un paciente debe esperar más de una semana para acudir a su médico de cabecera o no puede ir a urgencias a su centro de salud, acaba saturando los servicios hospitalarios.
Sánchez Bayle ha dirigido a las administraciones el mensaje de que el tiempo de las promesas se ha acabado y ahora tocan “hechos” porque la Atención Primaria debe de ser el eje fundamental del sistema sanitario, “y si no funciona adecuadamente la sanidad pública se hundirá y el derecho a la salud dejará de ser efectivo”.