La Comunidad de Madrid ha impuesto una sanción al director del colegio concertado Juan Pablo II de Alcorcón por la carta que remitió al alumnado a principios de curso plagada de ideas homófobas e islamófobas. La consejería de políticas sociales ha propuesto una multa de 1.000 euros, que ahora puede ser recurrida por Carlos Martínez, director del centro, tal y como ha adelantado la Cadena Ser.
Es la primera vez que se aplica la ley contra la LGTBfobia autonómica, aprobada por unanimidad en julio de 2015. Justamente contra la que el director cargaba en su misiva comparándola con el “fanatismo terrorista”. Además, calificaba la norma de “absurda”, a la que llamaba “Ley de Ideología de Género”. “¡Qué barbaridad prescindir de la verdad natural del hombre y del derecho inalienable de los padres a la educación de los hijos!”, exclamaba.
Expresiones de este tipo le han servido al gobierno autonómico para proponer esta sanción y acusar al director del colegio, perteneciente a la fundación ultracatólica Educatio Servanda, de cometer una infracción leve que prevé sanciones de entre 200 y 3.000 euros.
En concreto, la recogida en el artículo 70.2, que contempla como infracción “utilizar o emitir expresiones vejatorias por razón de orientación sexual e identidad o expresión de género o que inciten a la violencia contra las personas o sus familias, en la prestación de servicios públicos, en cualquier medio de comunicación, en discursos o intervenciones públicas o en redes sociales”.
La consejería de políticas sociales había iniciado un expediente sancionador después de que la Fiscalía archivara el caso tras ser denunciado por la comunidad. La fundación a la que pertenece el colegio era la organizadora del foro en el que el alcalde de Alcorcón, David Pérez, tildó a las feministas de “mujeres amargadas y fracasadas” en abril de 2015.
“Sale muy barato”
Arcópoli, la organización LGTB que hizo pública la carta, muestra su satisfacción y asegura que exigirá a la Comunidad de Madrid “que imponga al director la obligación de disculparse con los mismos medios que utilizó” con el objetivo de que “llegue al alumnado la conclusión de que lo que hizo es ilegal”.
El alcalde de la ciudad en la que se sitúa el colegio se negó en su día a cumplir con un mandato aprobado en el pleno de colgar la bandera arcoíris durante la semana del Orgullo LGTB. “Queremos mostrar nuestra decepción con el alcalde de Alcorcón, David Pérez, que evitó reprobar la conducta ilegal del director del colegio. Esperemos que se posicione ahora a favor de la igualdad y en contra del odio”, señala Arcópoli.
Aunque la organización está satisfecha asegura que “sale muy barato” en Madrid “adoctrinar de esta manera utilizando medios sufragados con nuestros impuestos”. Arcópoli compara la multa con las que han recibido los organizadores del Orgullo en varias ocasiones. “Más de 100.000 euros por ruido al reivindicar nuestra igualdad y 1.000 euros por incitar al desprecio al colectivo LGTB”, concluye.
El colegio Juan Pablo II imparte una educación diferenciada mixta. El alumnado comparte algunos espacios como el patio y el comedor pero no las clases porque “numerosos estudios han demostrado que hay diferencias en los ritmos de crecimiento, maduración y desarrollo cognitivo entre niños y niñas”, tal y como afirman en su web.