El Coliseo de Roma se iluminará mañana de rojo para recordar a los perseguidos por su fe, especialmente los cristianos, en un acto al que acudirán el marido y la hija de Asia Bibi, la católica encarcelada en Pakistán, además de una víctima nigeriana del grupo yihadista Boko Haram.
El evento ha sido organizado por la fundación “Ayuda a la Iglesia que sufre” y, además del Coliseo, uno de los símbolos de la persecución de los primeros cristianos, también se teñirán de rojo la catedral maronita de Santa Elia de Alepo, en Siria, y la Iglesia de San Pablo de Mosul, en Irak.
Los tres monumentos serán iluminados a las 18.00 hora local italiana (16.00 GMT) en una iniciativa que ya en el pasado vio cambiar al rojo la luz de la Fontana de Trevi, en Roma; del palacio de Westminster, en Londres; de la estatua del Cristo Redentor, en Rio de Janeiro o de la basílica del Sagrado Corazón, en París.
En el acto intervendrán el presidente internacional de “Ayuda a la Iglesia que sufre”, el cardenal italiano Mauro Piacenza; el secretario general de la Conferencia Episcopal italiana, Nunzio Galantino, y también el presidente del Parlamento europeo, Antonio Tajani.
La organización destaca la presencia como trágicos protagonistas de la persecución de los cristianos en varias partes del mundo del esposo y una hija de Asia Bibi, sentenciada a la pena de muerte en Pakistán en 2010 y que espera en prisión la apelación de su caso.
Bibi fue condenada por “blasfemia” tras ser denunciada en 2009 por unas mujeres debido a una discusión en un pozo de agua en el distrito de Nankana, en la provincia oriental de Punyab.
También estará presente Rebecca Bitrus, una católica que estuvo secuestrada durante dos años por Boko Haram en Nigeria.
El papa Francisco ha querido sumarse a esta iniciativa recibiendo este mismo sábado a estas tres personas.
El papa conoció y saludó ya en abril de 2015 al esposo y la hija de Asia Bibi al final de la audiencia general en la plaza de San Pedro.