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Comienza la Queens League: cómo los 'streamers' tratan de superar al fútbol convencional en materia de igualdad

Tuvieron que pasar dos guerras mundiales, dos dictaduras y una guerra civil para que en España llegase, oficialmente, el primer partido de fútbol protagonizado por mujeres. Casi un siglo de diferencia con respecto al ámbito masculino. A los streamers les ha costado menos: este sábado por la tarde dará comienzo la Queens League. Ya en la primera temporada de la Kings League, el campeonato organizado por los creadores de contenidos y presidida por Gerard Piqué, llega su versión protagonizada por jugadoras. Y lo hará dando el salto a los medios tradicionales: en la televisión, en abierto, de la mano de Mediaset (Cuatro).

La diferente repercusión entre ambos torneos ha sido comentada en redes sociales a lo largo de estas semanas. La Liga F, primera división del fútbol español en categoría femenina, cuenta con 31.000 seguidores totales entre sus perfiles de Instagram y Twitter. La Queens League Oysho, por su parte, supera los 281.000. El formato interesa al público nativo digital: el draft (el proceso de formación de equipos por el que los equipos van eligiendo jugadores en orden, similar al utilizado en la NBA), celebrado hace apenas tres semanas, fue visto en una media de casi 300.000 pantallas.

Aquel evento congregó a las más de 120 jugadoras que superaron las pruebas y que posteriormente fueron elegidas por los presidentes de los doce equipos. Entre ellos, personalidades como el streamer Ibai Llanos o exfutbolistas como Iker Casillas y Sergio Kun Agüero. Con una particularidad con respecto a la versión masculina: esta vez, ocho de los doce clubes son copresididos por creadoras de contenido conocidas en la red —en la Kings League, solo Pío FC estaba capitaneado por una mujer, Samy Rivera, Rivers, que además boxeará en La velada del año III)—. La mitad de los equipos están entrenados por mujeres.

Entre las copresidentas está Gemma Gallardo —conocida como Gemita—, seguida por más de tres millones de personas en todas sus plataformas, que cogerá la batuta de Porcinas junto a Llanos. “Veo a todas las jugadoras motivadísimas, a la gente súper receptiva, así que tengo muy buenas sensaciones y ganas de empezar y disfrutarlo”, asegura Gallardo a elDiario.es. 

La streamer confiesa haber estado “pico y pala para formar parte del proyecto hasta el día de hoy”. “Pero realmente ha sido todo muy cambiante porque al principio yo pensaba que iba a poder tener mi propio equipo, luego la liga decidió que las doce plazas eran las que había y que cada presidente podía optar a tener una presidenta y cada club apañárselas sobre cómo organizarse”, dice. Pero, reitera, es un proyecto que le hace “mucha ilusión” y “un orgullo y un privilegio” poder vivirlo con Ibai, uno de los streamers españoles más conocidos. Lo compartirá tanto en su perfil de Twitch como en Youtube, Tiktok o Instagram (además de los perfiles oficiales de la liga).

A la pregunta de este medio acerca de la igualdad en los sueldos, Gallardo prefirió no responder porque “al fin y al cabo, es decisión de cada equipo el tema del salario o reparto”, explica Paula Gómez, su talent manager. Y añade: “En nuestro caso, sí te puedo decir que hay una igualdad total y un respeto máximo por este aspecto”. A este respecto, Gerard Piqué garantizó en el draft que iban poner a jugadoras y jugadores “al mismo nivel en todos los sentidos: de salarios, de competir en el mismo terreno de juego”. “Queremos que el mensaje al mundo sea este: que vamos a ver dos tipos de espectáculos que van a ser distintos, pero igual de espectaculares”, añadió Piqué. elDiario.es ha tratado, sin éxito, de contactar con el resto de presidentas y presidentes de la Queens League para recabar información sobre salarios y condiciones.

Profesionalización y balones de oro

El contexto en que se ha dado cada competición es relevante: de la segunda mitad del siglo XX español en el fútbol convencional, al 2023 de la Queens League. Los grandes avances de la liga femenina en España han llegado en los últimos años, siendo esta temporada (2022-2023) la primera profesional. Muchas futbolistas han tenido que compaginar hasta ahora sus estudios con el deporte para asegurarse un futuro laboral y una estabilidad económica.

Tal es el caso de Sandra Riquelme, exfutbolista de equipos como el Real Valladolid o el Atlético de Madrid B, que decidió retirarse en 2015, al cumplir los 23. “Ha cambiado todo. Si la situación cuando yo colgué las botas hubiera sido la que es ahora, igual me lo habría planteado y hubiese apurado más mis años de futbolista”, afirma en conversación con este periódico. “El fútbol femenino —analiza Riquelme —ha crecido a la vez que el papel de la mujer en la sociedad”, cuenta.

Actualmente es periodista deportiva en Relevo y cubre la actualidad futbolística. En España, asegura, el progreso ha sido exponencial: “Hemos pasado de la nada, de ser ninguneadas a nivel internacional, a tener a la mejor jugadora del mundo (Alexia Putellas, actual balón de oro por segundo año consecutivo) y a un Barça que es temido por todos los equipos del mundo (y que se ha clasificado para la final de la Champions League por tercer año consecutivo)”.

Además de la mencionada profesionalización, que supone la comercialización de los derechos televisivos o la posibilidad de los clubes de recibir ayudas para mejorar infraestructuras, otros cambios hacen palpables la evolución del fútbol convencional en materia de igualdad. El año pasado se registraban en Barcelona los encuentros con mayor asistencia en el mundo, con 91.553 espectadores ante el Real Madrid, primero, y superado semanas más tarde en el choque frente al Wolfsburgo, con 91.648 personas en las gradas. 

Lo más transgresor que hizo el Barça en su día fue normalizar el fútbol femenino

Riquelme resalta el papel del conjunto catalán y cita una frase del exportero y director deportivo Andoni Zubizarreta: “Lo más transgresor que hizo el Barça en su día fue normalizar el fútbol femenino. Este ha pasado de ser un ejercicio de responsabilidad social corporativa, a un ’tengo que tener fútbol femenino porque sí, porque así me lo exigen mis socios, porque así está bien visto de cara a la sociedad'”. En este sentido, la periodista destaca la temprana irrupción de la sección femenina culé y sus recientes éxitos a nivel nacional e internacional: “Ha hecho que el resto de clubes se pongan las pilas, incluido en Real Madrid, y digan: ‘Oye, nosotros también queremos participar de esto, también queremos tener una sección femenina que dé éxitos'”.

Otra de las consecuencias en las que se ve cristalizado el avance es en los álbumes de cromos. El pasado 7 de marzo, Panini anunció la primera colección de la Liga F de la historia. Aunque, a diferencia de lo que ocurre en la masculina (donde nuevos fichajes o jugadores con menos participaciones pueden añadirse posteriormente o donde se puede elegir entre pegar uno u otro en una misma casilla), no todas las futbolistas tienen su cromo. Así informaba de ello Relevo, que analizaba los 165 casos en los que esto ocurría. “Cuando preguntamos al presidente de Panini por qué se habían quedado fuera estas jugadoras, la respuesta fue: 'El secreto de la Coca-Cola nadie lo cuenta y esto tampoco'”, lamenta Sandra Riquelme.

“Como compararlo con Pasapalabra”

A lo largo de los últimos meses se han vertido críticas sobre la Kings League desde estamentos oficiales. El presidente de la Liga, Javier Tebas, la definía como “circo”. “Es como si se comparas Pasapalabra como competidor de LaLiga. Lo único que se parece es que se juega con un balón y que hay que meter goles”, dijo entonces. elDiario.es ha tratado de contactar con la presidenta de la liga femenina, Beatriz Álvarez, para conocer su punto de vista sobre la Queens League y su relación con el fútbol tradicional, pero desde el departamento de comunicación han declinado la propuesta “por razones empresariales”.

Y lo cierto es que en poco se parecen las competiciones: dos equipos enfrentados en un partido de fútbol en el que gana quien más goles anota. Por lo demás, nada tienen que ver: los choques de las ligas de los streamers duran 40 minutos (divididos en dos mitades de 20), hay siete jugadores por cada lado en vez de 11, comienzan con una disputa de balón al estilo waterpolo y, en caso de empate, se declara ganador quien venza en una tanda de penaltis como las que tenían lugar en la liga norteamericana de los años 90 (las llamadas shoot out, en las que el tirador partía desde el centro del campo y, con la pelota conducida, avanzaba hasta la portería, defendida por el guardameta contrario). Además de, por supuesto, el ingrediente especial: cartas utilizables en cada encuentro, con ventajas o inconvenientes como, por ejemplo, un penalti extra o valor doble de los goles durante varios minutos. 

Según contaba Oriol Querol, director general de la Kings League y presidente de Kosmos, en conversaciones con Ibai, la Kings llegaba para cambiar aquello del fútbol tradicional que “parecía no funcionar: partidos en los que no pasa nada, empates a cero, jugadores inaccesibles”. Cinco meses después de su estreno, con un Camp Nou abarrotado y una media de más de medio millón de espectadores por partido, se puede afirmar que el proyecto, cuanto menos, ha dado que hablar.

Visto el éxito de las audiencias, falta por determinar el papel que jugará en la difusión del fútbol convencional y, por consiguiente, de la igualdad. En esta línea, Gemita cree que “va a tener un gran impacto”: “No sé si va a tener más o la misma repercusión que la que la Kings League y creo que no es necesario tampoco comparar o esperar una cosa u otra”. Y concluye que “va a ayudar mucho a darle esa visibilización, a que se normalice y que se vea que el nivel tanto de mujeres como de hombres está a la altura y acabar con esos prejuicios”.

El miedo de Sandra Riquelme, sin embargo, es “que se acerque con ojos de fútbol masculino el público ajeno al fútbol femenino”. Porque “ha conseguido tener una audiencia que se ha educado”, con un entorno “que empieza a ser seguro”. “Y me da miedo que se acabe descontrolando”, confiesa la periodista y exfutbolista. 

Como el avance reciente en las condiciones de este deporte, se espera que la repercusión de la Queens League no signifique una lucha por las audiencias contra la Liga F o demás competiciones profesionales. Se trata de que, como dice Riquelme a elDiario.es, “poco a poco se las vaya tratando en los medios de comunicación como futbolistas y no como chicas que juegan al fútbol”.