Una comisión integrada por miembros de organizaciones ambientalistas internacionales hará un análisis de la situación en Colombia de la cuenca del río Orinoco, el tercer sistema fluvial más importante del planeta, y recomendará medidas a tomar para lograr su conservación y recuperación.
El proyecto es liderado por el Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF, siglas en inglés), el Centro de Ciencias Ambientales de la Universidad de Maryland, Corpoamazonia y el Instituto Alexander von Humboldt de Colombia.
Con este estudio “se podrá determinar cuáles son las principales 'enfermedades' de sus ríos y qué impacto ha generado en la zona la rápida transformación de sus ecosistemas debido a actividades agroindustriales, pecuarias y extractivas, entre otras”, señala un comunicado de WWF.
Para lograr un resultado representativo de este complejo ecosistema en Colombia, el equipo de investigadores realizará análisis ecológicos, hidrológicos y socioeconómicos en tres de sus ríos más representativos: los ríos, Meta, Bita y Guaviare, agregó la información.
La cuenca del río Orinoco es el tercer sistema fluvial más importante del planeta, abarca 980.000 kilómetros cuadrados entre Colombia y Venezuela e incluye parte del bioma amazónico y de los Andes del Norte.
Su biodiversidad es excepcional, pues contiene una gran variedad de humedales, sabanas, bosques y selvas, en donde habitan 17.420 especies de plantas, 1.300 de aves, más de 1.100 especies de peces, 250 de mamíferos y 119 de reptiles, añadió el comunicado.
El estudio, que ya está en marcha, tendrá una duración aproximada de un año y la próxima semana se realizará el primer taller en la localidad colombiana de Puerto López con el fin de definir los parámetros para el análisis de la salud del río Meta.
En la última década, el Orinoco se ha convertido en uno de los polos de desarrollo más importantes del país, ya que buena parte del petróleo y sus derivados que hoy se usan en Colombia provienen de esta zona, así como la carne bovina y los derivados de la palma de aceite.
Cabe destacar que el agua que se consume en Bogotá proviene en parte de esta cuenca y debido a la acelerada transformación en el uso del suelo, la gran riqueza del Orinoco está en riesgo, según estas organizaciones.