Son 'vuelos fantasma', aviones que despegan y aterrizan y siguen la ruta pactada pero con apenas pasajeros o solamente con la tripulación a bordo. Vuelan contaminando el aire con emisiones de efecto invernadero para que las compañías aéreas puedan mantener sus derechos de despegue y aterrizaje de la UE y, también, las franjas horarias ('slots', en jerga técnica) en las que operan.
Según un análisis de la organización ecologista Greenpeace, recogido por el diario británico The Guardian, este invierno podrían realizarse al menos 100.000 'vuelos fantasma' en toda Europa debido a las normas de uso de las franjas horarias de los aeropuertos de la UE.
Esos trayectos inútiles podrían generar hasta 2,1 millones de toneladas de emisiones de gases de efecto invernadero –tanto como lo que emiten 1,4 millones de coches de gasolina o diésel de media emiten en un año– afirma Greenpeace. Las de la aviación suponen entre el 2% y el 3% de las emisiones globales, y se espera que para el año 2050 se tripliquen (como poco).
El cálculo de Greenpeace
Lo que ha hecho Greenpeace es aplicar la proporción de 'vuelos fantasma' de Lufthansa a otras aerolíneas europeas basándose en la cuota de mercado –del 17%– de la compañía alemana. El resultado, utilizando una estimación conservadora, es de 20 toneladas de emisiones de gases de efecto invernadero por vuelo. La investigación parte de la base de que un avión de 200 plazas tarda una media de 90 minutos en recorrer una distancia de entre 800 y 1.000 km.
Tim Johnson, director de la Federación de Medio Ambiente de la Aviación consultado por el diario británico, dijo que los supuestos de Greenpeace eran “acertados”: “Parece un ejemplo de despilfarro en la industria y creo que la gente se sorprenderá por su magnitud. Apunta a un problema real de las aerolíneas que se ven obligadas a operar con vuelos vacíos o de muy baja ocupación para mantener sus 'slots'”.
“La Comisión Europea exige a las compañías aéreas que vuelen con aviones vacíos para cumplir una cuota arbitraria que no sólo es contaminante, sino también extremadamente hipócrita, dada su retórica climática”, ha declarado a The Guardian Herwig Schuster, portavoz de la campaña 'Movilidad Europea para Todos' de Greenpeace. “Las emisiones del transporte se están disparando. Sería una irresponsabilidad por parte de la UE no prohibir los vuelos de corta distancia donde haya una conexión razonable de tren”.
En octubre de 2020 el Gobierno de Canarias llegó a reservar un millón de euros para subvencionar vuelos entre las Islas y el continente aunque fuesen vacíos
La Comisión Europea establece unos porcentajes mínimos de aterrizajes y despegues de las compañías para que puedan mantener sus franjas horarias. Durante la pandemia ese porcentaje pasó del 80% de los vuelos de cada aerolínea al 25%, dada la caída en la demanda al cerrarse las fronteras al turismo. En diciembre, sin embargo, Bruselas subió ese porcentaje al 50% y en marzo pasará al 64%.
En octubre de 2020 el Gobierno de Canarias llegó a reservar un millón de euros para subvencionar vuelos entre las Islas y el continente, sufragando entre dos y cuatro euros por asiento, fuese ocupado o no...
El director general de Lufthansa, Carsten Spohr, afirmó en declaraciones a The Guardian que su compañía aérea podría tener que realizar 18.000 “vuelos adicionales e innecesarios” para cumplir las normas ajustadas, y pidió el tipo de “exenciones por motivos climáticos” que se utilizan en otras partes del mundo.
Un portavoz dijo que entre enero y marzo de 2021, sólo el 45% de sus vuelos estaban llenos. El otro 5%, unos 18.000 vuelos, son considerados “innecesarios” por la compañía. “Si no nos arriesgásemos a perder franjas horarias en algunos aeropuertos de Europa, probablemente los habríamos cancelado y los habríamos juntado con otros vuelos existentes”.
Explicaciones en la Eurocámara
Eurodiputados socialistas del Parlamento Europeo han exigido respuestas sobre el problema y, según recuerda The Guardian, pero la Comisión Europea niega los 'vuelos fantasma', o que sus normas sobre franjas horarias ('o las usas o las pierdes') hayan creado problemas.
“Los vuelos vacíos son malos para la economía y el medio ambiente, y por eso hemos tomado varias medidas que permiten a las compañías realizarlos. Si las aerolíneas deciden mantenerlos se trata de una decisión de la empresa que no es resultado de las normas de la UE”, señala un portavoz del Ejecutivo comunitario al rotativo británico.