La Comunidad de Madrid protege a la directora de un colegio que dejó en la calle a dos niños sin avisar a su familia

La Comunidad de Madrid ha decidido no sancionar a la directora de un colegio público que dejó en la calle a dos alumnos de 11 años, un niño y una niña. El Gobierno de Cristina Cifuentes ha tomado esta decisión después de que los padres de estos dos menores protestasen porque sus hijos fueron expulsados el pasado mes de mayo en horario lectivo y sin supervisión de ningún adulto, ya que ellos no fueron avisados de esta decisión.

Finalmente fue la abuela de uno de los menores, que les había llevado al centro, la que se hizo cargo de ellos, tras encontrárselos por casualidad andando solos por la calle.

En sus quejas los padres lamentan que los menores abandonaran el centro “siguiendo las instrucciones de la directora”. En la respuesta que les remitió la responsable de la Dirección del Área Territorial (DAT) de Madrid capital, reconoce que estos hechos son “censurables”, aunque descarta sancionar a la responsable del centro porque considera “preciso valorar este incidente en sus justos términos”.

En el documento emitido por la DAT a las familias, al que ha tenido acceso eldiario.es, aseguran que la directora del colegio Winston Churchill recibió un “oportuno apercibimiento verbal” y que al equipo directivo se les transmitieron las indicaciones para que “extremen la atención y el control de aquellas situaciones que puedan originar malas prácticas”.

“Es incomprensible que la responsable de un centro diga a los menores que abandonen el centro sin avisar a sus padres, saltándose la ley y el reglamento de régimen interno. El colegio alberga a casi 800 niños de entre 3 y 12 años”, apunta María, madre del niño expulsado, en una de las reclamaciones dirigidas a la Comunidad de Madrid.

“Como gracias a la abuela no pasó nada, deciden tapar estos hechos y se acabó”, recrimina Cristina, madre de la niña. Las familias de los menores se muestran indignadas con esta respuesta porque consideran que la Consejería de Educación se ha amparado en que “no hay ningún mal que lamentar”.

El departament reconoce a eldiario.es que esta profesional cometió “un error al permitirles salir fuera de sus instalaciones”, pero describen este incidente como un “hecho puntual”.

Objetaron a las pruebas externas

El incidente sucedió el día en que se celebraron las pruebas externas de 6º de primaria, el pasado 31 de mayo. Los alumnos acudieron a las 12.15 al centro, acompañados por la abuela de uno de ellos. Sus padres habían tomado esta decisión para negarse así a que participasen en el examen, porque no estaban de acuerdo con la “obsesión” del centro para prepararlas. “Durante dos meses se centraron en simulacros y dejaron a un lado el temario pautado. Se vuelcan en que el centro tenga buenas notas y no se preocupan por el alumno”, relata Cristina.

Estas pruebas se celebraron en todos los colegios de la Comunidad y, aunque no tienen valor académico, sí suponen “una valiosa herramienta de diagnóstico tanto para las familias, los centros y la administración educativa”, argumenta la Comunidad de Madrid. Una vez que fueron corregidas, se elaboró un informe para “mejorar la calidad educativa madrileña”.

Amparándose en este contexto, la responsable de la DAT continúa señalando a las familias que una vez que los menores llegaron al colegio a las 12.20, se les explicó que “no podían incorporarse a clase por haber llegado tarde” porque sus compañeros estaban “finalizando la prueba”.

Asimismo, esta directiva de la Consejería de Educación enmarca este suceso en el “estrés que supone la organización de las pruebas” en un centro educativo, así como que el centro no ha registrado anteriormente “hechos de esta naturaleza”.

También explica en el escrito que los menores se marcharon porque “en ningún momento se informó a la directora que ambos alumnos se habían presentado acompañados de la abuela de uno de ellos”. “A las 12.25 salen ambos del colegio, su compañero estaba autorizado a salir solo e Icíar manifestó que había venido con él”, reseñan los responsables de la DAT en el documento.

El hijo de esta mujer estaba autorizado para marcharse del colegio sin compañía de un adulto cuando terminaban las clases. Eso sí, los progenitores aseguran que este consentimiento estaba enmarcado en las horas de salida del centro y reseñan la “gravedad” de lo acontecido porque la otra niña no contaba con ese permiso.

Las familias se muestran desconcertadas ante esta respuesta oficial. En sus argumentaciones destacan que el reglamento de régimen interno del centro permite a los niños comer en el colegio si llegan antes de las 12.30. “Los padres no fuimos avisados y la abuela se los encontró fuera, de casualidad. Vio desde el autobús que los niños iban andando por la calle en dirección a mi casa”, reseña María.

“No había nadie en casa para recibirles”

En este punto, inciden en que al tomarse la decisión dentro del horario lectivo, no había nadie para recibirles en sus domicilio. “Si un día necesito que acuda otra persona a recoger a mi hija, tiene que llevar una autorización firmada por mi. Así que no entiendo cómo la dejan marchar porque va con otro niño, no tiene sentido”, argumenta Cristina.

Ante esta actuación, una vez que su abuela les interceptó mientras andaban los dos solos, volvió al colegio para pedir explicaciones “se las vio y deseó para que les dejaran quedarse”, continúan los progenitores. Estas familias se muestran decepcionadas porque ningún alto cargo del centro “en ningún momento” se puso en contacto con ellos para aclarar lo sucedido, fueron los padres los que tuvieron que pedir explicaciones.

Tampoco entienden por qué en el centro educativo destruyeron la hoja de firmas ratificada por la abuela de uno de los niños en la que figuraba la hora en la que entraron por primera vez. Ante esta última queja, desde la DAT aclaran que “el conserje retiró la hoja” porque “los alumnos ya no estaban en el centro” pero “sin que hubiera intención de ocultar nada”, apuntan.

Cifuentes ratifica la decisión de la Consejería

La presidenta de la Comunidad de Madrid también ha respondido a las quejas de María y su marido y en la contestación que les mandó el mes pasado se reafirma en la decisión tomada por su equipo educativo. Destaca que la directora “ha pedido personalmente disculpas a los progenitores”, pero también “espera” que los padres se “hagan cargo” de que se “trataba de una circunstancia extraordinaria” porque en esas horas lectivas era “obligatoria” la participación de los alumnos en la prueba de 6º de primaria.