Las comunidades autónomas anuncian y aprueban planes contra el acoso escolar en los centros educativos y el Gobierno está terminando un protocolo marco sobre convivencia en las aulas. Las administraciones ponen las medidas sobre el papel pero simultáneamente se cargan al personal que puede implantarlas para que sean eficaces: el Profesorado Técnico de Servicios a la Comunidad (PTSC), del que forman parte psicólogos, pedagogos, sociólogos, educadores y trabajadores sociales. En algunos de los planes autonómicos, como el de Castilla-La Mancha, ni siquiera se les nombra.
Esta figura es una de las más castigadas por los recortes educativos. Se encarga de la convivencia y de ser el nexo con servicios sociales y fiscalía. En Madrid, por ejemplo, solo el 15% de los institutos disponen de este recurso a jornada completa. En otro 15% tienen medio. “Se está prescindiendo del perfil que más atiende el impacto de la crisis. Trabajo con chicos y chicas de los que sospecho que vienen sin desayunar. ¿Y qué puedo hacer? Derivar sin más porque no llegamos a todo. Tengo que atender a 1.800 alumnos y además dar clases”, cuenta Chema Salguero, orientador y jefe de estudios del IES Juan de la Cierva de Madrid.
En los mejores tiempos había en su instituto dos orientadores y un PTSC. Ahora solo está él. Este curso la Consejería de Educación les ha recortado la media jornada que hacía la PTSC. Ya denunciaron ante la inspección la supresión de la segunda figura de orientación y les dio la razón, pero no fue suficiente para que la administración se replanteara devolverles el recurso. Desesperados, enviaron en junio una carta a la Dirección de Área Territorial. Se acababan de enterar de que les dejaban sin PTSC : “Nos preocupa que muchas tareas no puedan ser asumidas por nadie repercutiendo en el alumnado en situación de riesgo social y académico”.
En muchas comunidades, los PTSC –también docentes de Formación Profesional– no forman parte del cupo de plantilla de los centros, lo que les ha convertido en el eslabón más débil. Carne de cañón de recortes que “han atacado primero, aunque no solo, las figuras que no tienen carga lectiva pero que son imprescindibles”, denuncian desde la Asociación Madrileña de PTSC. “Un profe de mates o lengua no lo pueden quitar porque se nota, así que van a por lo que no en lo curricular, es decir, la atención a la diversidad”, añade su presidenta Miren Balbás.
Sin trabajar o sobrecargados
La mayoría de los gobiernos autonómicos llevan desde 2010 sin convocar oposiciones para plazas de este tipo, desincentivadas por las bajísimas tasas de reposición, que volvieron en 2015 al 100% después de cuatro años. Hay personas, como Fátima López, que llevaba siete años en lista de espera sin trabajar. Ahora está a media jornada en un centro de Secundaria de Madrid. “Voy corriendo a todo y atiendo a familias con problemas muy graves a los que no les puedo dar continuidad en la atención porque el año que viene ya no estaré aquí”, explica.
A Chema, del IES Juan de la Cierva, le cuesta asumir que estando solo le es imposible ir a todas las reuniones de distrito con servicios sociales. En su centro, los recortes se han llevado por delante a 30 docentes y los recursos para compensatoria están al borde de la desaparición con solo media persona dedicada a ello. Del acoso escolar se encarga un grupo de mediación de alumnos involucrados creado hace seis años.
Ocurre en muchos centros que el PTSC, normalmente vinculado a los Equipos de Orientación Educativa, no ha desaparecido pero es itinerante y se ocupa de cinco o seis a la vez. “Los recortes por mucho que digan no se han restituido porque no sacan plazas. En el momento más delicado, cuando más se tiene que trabajar lo socioeducativo, es cuando nos quitan de enmedio. No todo es curricular. Yo llevo seis colegios de Guadalajara, hace tres años tenía diez. Así es imposible hacer seguimiento, y mucho menos prevención de situaciones de riesgo”, dice Enrique, PTSC en Castilla-La Mancha.
Los especialistas de los colegios de Albacete han pasado de la indignación a la acción y este curso se han negado a itinerar por varios centros. Cada uno se ha quedado en el suyo de referencia como un modo de poner sobre la mesa la atención deficiente que eso supone porque muchos centros se quedan sin el recurso. Se juegan una multa de la inspección educativa que, al menos de momento, no ha llegado.
Recortes del 90% en compensatoria
Algunas regiones como Murcia, los PTSC están como funcionarios en los departamentos de orientación, lo que para los sindicatos permite que haya equipos cohesionados que trabajan de forma continua y en la misma dirección. Pero esto pasa en pocos sitios. “Estos recursos son los primeros en caer porque se salen de lo puramente curricular y parece un lujo, algo no imprescindible. La Lomce favorece además esta tesis. La atención a la diversidad ha pagado el pato, sin duda”, se posiciona Francisco Javier García, encargado de lo relacionado con Enseñanza Pública No Universitaria en Comisiones Obreras.
Todos los PTSC consultados coinciden en que, como cada comunidad se distribuye sus recursos, no hay una regulación unitaria para su figura, que está en todas las comunidades desde 1996. Aunque cada una la gestiona a su manera porque tienen las competencias para hacerlo: los criterios por los que se pone o se quita un trabajador social de un colegio o de un instituto son variados. Algunas regiones, como Castilla La Mancha, no tienen PTSC en Secundaria y en su lugar hay lo que llaman “educadores sociales” que funcionan al margen de los Equipos de Orientación Educativa.
En Madrid, por ejemplo, la regulación dice que por cada 25 alumnos o alumnas de compensatoria corresponde medio PTSC, aunque la realidad, denuncian los trabajadores, es que “no es así siempre”.
Los recursos estatales para educación compensatoria, para promover “la igualdad de oportunidades” según dice el propio Ministerio de Educación, se redujeron en 2014 más de un 90%. Pasaron de 53, 6 millones a apenas 5,25 millones. Entre los afectados directos por el tijeretazo están los PTSC, pero también el personal especializado en Audición y Lenguaje (AL) y los especialistas en Pedagogía Terapéutica (PT).