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La mitad de las comunidades se asoman al colapso de las UCI pese a que han doblado de media las camas para críticos

Personal sanitario atiende a enfermos de covid-19 en el Hospital Clínic de Barcelona

Sofía Pérez Mendoza

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Nueve comunidades autónomas, casi la mitad de España, tienen las UCI al límite de su capacidad o están cerca de llegar a ese punto en los próximos días, según las explicaciones del Ministerio de Sanidad de este fin de semana. Los hospitales se asoman al colapso en muchos territorios pese a que las comunidades han doblado de media sus camas para pacientes críticos en las últimas semanas, según los datos oficiales recabados por eldiario.es en 11 comunidades. En ellas se han abierto cerca de 3.000 camas nuevas frente a las 4.400 que había antes de la crisis, de las que 3.500 estaban en la red pública. Las más afectadas, Madrid y Catalunya, las han multiplicado por tres en cuestión de días y aún así tienen tasas de ocupación superiores al 80%.

España está ya muy cerca del pico de contagios y empieza a vislumbrar una “estabilización de la curva epidémica”, según las palabras del ministro de Sanidad, Salvador Illa. Pero es ahora que el porcentaje de contagios parece estable –aunque es dinámico y puede estar sujeto a cambios– y el número de fallecidos ha dejado de dispararse cuando el sistema sanitario se enfrenta a su mayor desafío, según los intensivistas: tener recursos para atender a los “pacientes críticos” y controlar así la letalidad de la enfermedad.

“Nos enfrentamos a una situación que va a poner en tensión al paciente crítico en el sistema sanitario”, avanza la doctora María Cruz Martín Delgado, de la Sociedad Española de Medicina Intensiva (SEMICYUC), en conversación con eldiario.es. En hospitales como el de Alcalá de Henares, los médicos ultiman un escrito a la Consejería de Sanidad, al que ha tenido acceso eldiario.es, que comunica que ya no pueden ingresar críticos porque no tienen medios para hospitalizarlos y atenderlos. En ella exigen “transparencia” sobre los “medios disponibles” en otros hospitales para tomar las “mejores decisiones” y denuncia la “desigualdad” según el hospital que te toque.



En este momento crítico, el Ejecutivo ha ordenado paralizar la actividad no esencial para aumentar el “distanciamiento social”. Los informes técnicos en manos de La Moncloa pronosticaban una situación inviable en los hospitales si no se tomaban medidas adicionales, según fuentes del Gobierno.

¿Por qué el colapso se puede producir en los próximos días? Primero, porque desde que un paciente se contagia hasta que puede necesitar cuidados intensivos pasan unos 10 días. Segundo, porque el virus, cuando genera daños graves en los pulmones, requiere una hospitalización de cuidados intensivos de “15 a 20 días”, de acuerdo con los datos de Sanidad. Eso dificulta el recambio de pacientes en las UCI, y la posibilidad de que todos tengan acceso según lo van necesitando, porque la recuperación es lenta. El peligro es que los nuevos pacientes necesiten camas que están ocupadas por enfermos anteriores. “Este es el tema que de manera más aguda nos preocupa en este momento”, advertía María José Sierra, del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias, que ha sustituido este lunes a Fernando Simón en la rueda de prensa diaria para informar sobre los datos.

Las más presionadas

Al menos nueve comunidades –algunas no han proporcionado datos– han multiplicado la capacidad de sus Unidades de Cuidados Intensivos, según la información recabada por este medio. Madrid y Catalunya, las zonas con más pacientes críticos, han pasado de contar con 641 y 600 puestos a 1.745 y 1.722, respectivamente. En ambos territorios el nivel de ocupación de las camas alcanza el 84%. Fuentes del Ejecutivo de Isabel Díaz Ayuso, que no ha informado oficialmente de las camas que hay libres en UCI, aseguran que la región seguirá “abriendo más según vaya llegando el material para dotarlas”.

La altísima demanda y la gravedad de los pacientes ha obligado a dotar muy rápido a los hospitales con puestos de cuidados intensivos. El de La Paz, en la capital, tenía antes de la crisis 20 camas de UCI y 10 de quemados. Ahora tiene 118 ingresados en cuidado intensivos. El aumento es del 366%. Han transformado quirófanos, unidades de reanimación, UCI pediátricas e incluso algunas plantas ahora preparadas para atender a pacientes muy graves.

Algunas comunidades no ofrecen información transparente sobre la disponibilidad de camas UCI. Euskadi, uno de los focos iniciales más graves de contagios, no informa de los puestos para críticos en sus hospitales, donde hay 200 pacientes ingresados en estas unidades, según datos del Gobierno vasco. Solo aporta el dato de camas previo a la crisis: 179.

Saturada también está Castilla-La Mancha, que ha pasado de contar con 117 camas para críticos a 351. Según los últimos datos de Sanidad, 302 pacientes han precisado estos cuidados intensivos. Sin embargo, la Junta no aporta el dato de ocupación, que se presupone muy alto con estas cifras, y dice que “todavía tiene capacidad” para atender a los enfermos. Su pico de contagios se produjo el 25 de marzo, según el director general de Salud Pública. Castilla y León vive una situación similar pero no ha facilitado a este medio, ni tampoco públicamente, datos sobre cuántas camas UCI tiene la región y cuántas están ahora mismo en uso. La región ha sobrepasado los 300 ingresos en cuidados intensivos este lunes, con 307 pacientes. Los datos centralizados de Sanidad en ocasiones difieren de los que aporta cada Gobierno regional por el “retraso” en la notificación o por la condición de “acumulados” que lista Sanidad.


Cómo ha evolucionado el brote en cada comunidad autónoma

Evolución del número de casos confirmados de COVID-19 desde el día en el que se contabilizaron más de 100 casos y más de 10 muertes en cada comunidad autónoma. Eje en escala logarítimica.


La Comunitat Valenciana ha superado, asimismo, ese umbral. Tiene 337 personas en cuidados intensivos, que ocupan un 63% de camas disponibles, según datos de la Generalitat. Navarra tiene copados el 66% de los puestos de sus UCI, pese a que los hizo crecer de 42 a 120. Este lunes había 79 personas en estas unidades en los hospitales navarros, de acuerdo con cifras proporcionadas por el Gobierno foral. Aragón tiene ocupadas el 65% de sus UCI. Galicia no llega al 50% y La Rioja se queda en un 53%.

En el otro extremo está Andalucía, una de las regiones menos golpeadas por el momento, con 201 pacientes ingresados en UCI. Según datos de la Junta, tiene aún disponibles 1.076 camas más de cuidados intensivos, 516 de ellas no ocupadas en centros públicos. O Canarias, con la tasa más baja de contagiados y solo un 15% de sus UCI copadas por enfermos con COVID-19.

De 3.000 a 10.000 médicos en UCI

Lo que está por venir no se trata de un problema de espacio, señala la doctora Delgado, sino de garantizar un respirador para cada uno de los enfermos y el personal especialista adecuado para que los enfermos críticos “tengan posibilidades de supervivencia”. La Sociedad Española de Médicos Intensivistas pide urgentemente el traslado de material y de especialistas de otras comunidades autónomas. La organización está haciendo listados de necesidades en algunas regiones y recabando qué otras podrían proporcionárselo de manera temporal para después trasladar esa información al Gobierno.

El ministro de Sanidad, Salvador Illa, dijo este lunes sin dar más detalles que el Gobierno estaba valorando trasladar pacientes de una comunidad a otra con menos presión asistencial.

Para los intensivistas españoles, trasladar pacientes a otras comunidades en estado muy grave tiene “riesgos”. “Se ha hecho entre hospitales de Madrid en condiciones de seguridad pero trasladarlos fuera es un poco más complicado. Está encima de la mesa poder realizarlo pero no se va a poder mover un volumen importante”, explica la doctora Delgado.

Los hospitales de Madrid están empleando ventiladores que no son los adecuados para suplir la falta de material, como los que se usan para los traslados en las UVI móviles o los de quirófano. Y, en cuanto al personal, se está formando a facultativos y enfermeros de otras especialidades a marchas forzadas porque no hay en España intensivistas ni enfermeros especialistas suficientes para atender la demanda.

El número de médicos que trabajan actualmente en UCI se ha triplicado, según datos de la Sociedad Española de Médicos Intensivistas: de 3.000 especialistas a unos 10.000 que están ahora ejerciendo como tales. “Son anestesistas, neumólogos y otorrinos, sobre todo”, explica la doctora Delgado, “las especialidades más próximas a la nuestra”. Aunque en algunas comunidades se ha echado mano de cirujanos, por ejemplo, y especialidades que “han visto reducida su carga” en esta coyuntura.

Aún así, la ratio de pacientes que atiende cada enfermera o cada médica de UCI es muy superior al habitual. “Se ha intentado entrenar al mayor número de médicos no intensivistas posible, pero la ratio no se puede mantener”, dice un especialista en cirugía que ahora atiende pacientes en cuidados intensivos en un hospital de Madrid. La ratio habitual es un enfermero por cada dos pacientes; en el caso de los médicos es más variable. “La carga asistencial es muy alta. Los facultativos ven a muchos pacientes y no solo en UCI, también fuera de las unidades cuando les requieren”, indica la Sociedad Española de Médicos Intensivistas.

Los médicos piden “transparencia” a Madrid

Los jefes de servicio de las UCI de los hospitales madrileños ya alertaron en una carta, de la que se ha hecho eco el sindicato de médicos Amyts, a la Consejería de Sanidad el pasado 22 de marzo de las dificultades para atender a los pacientes “sin un mínimo de personal especializado”. Ya entonces, los facultativos comunicaron al Gobierno de Díaz Ayuso que había pacientes en planta y urgencias que no podían ser atendidos de forma adecuada. “Se está retrasando su ingreso en la UCI y están en riesgo elevado de fallecer”, dice la misiva.

Los médicos del hospital de Alcalá de Henares, donde se vive desde hace días una situación crítica, ultiman una carta a la Consejería de Sanidad en la que comunican a que este lunes ya no tenían capacidad para “valorar o triar a ningún paciente crítico por la imposibilidad de ingresarlo”. La plantilla pide “transparencia” en la gestión para conocer a qué hospitales es posible derivar a los pacientes que ya no pueden atender y tomar “las mejores decisiones con ”claros criterios de equidad“.

En la misiva, advierten al Gobierno regional de las desigualdades que se están generando en función de la zona de Madrid en la que viva el paciente. “Hay unidades saturadas con imposibilidad absoluta de triar a nuevos pacientes al lado de otras camas vacías y con triajes por edad y comorbilidades radicalmente diferentes a las anteriores”.“El desasosiego que nos invade es inmenso”, dicen los profesionales, que piden que “el sufrimiento que esta pandemia está generando sea paliado con una transparencia exquisita respecto a los medios disponibles” que no se está dando, aseguran, en Madrid.

Elaborado con información de Pau Rodríguez, Fátima Caballero, María Pampín, Sergi Pitarch, Laro García, Rodrigo Saiz, Iker Rioja, Daniel Cela, Dácil Jiménez, Elisa Reche y Óscar Senar.

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