La República Democrática del Congo confirmó el primer caso de ébola en la provincia de Ituri, vecina de la región de Kivu del Norte (noreste) donde comenzó este nuevo brote de la enfermedad.
Aunque las autoridades mantenían la vigilancia en Ituri desde el principio del brote porque ya se habían detectado casos clasificados como “probables”, este es la primera confirmación oficial de laboratorio para la provincia.
“Este nuevo caso de ébola confirmado se localiza en la zona sanitaria de Mandima, en (la ciudad de) Mambasa, en la provincia de Ituri. Se trata de un caso de contacto con enfermos de Kivu del Norte, en el territorio de Beni, que se estaban desplazando”, señaló el Ministerio de Sanidad en su último comunicado sobre el brote, difundido anoche con datos actualizados hasta ese momento.
Con este nuevo positivo, la cifra total de casos confirmados asciende a 30, más otros 27 probables y 58 en proceso de investigación.
De entre los casos confirmados, 14 pacientes han fallecido ya. Sumados los fallecimientos sospechosos, el número de muertes asciende a 41.
Este nuevo brote de ébola se declaró en la zona noreste del país el pasado día 1, tan solo ocho días después de que el ministro de Sanidad, Oly Ilunga, proclamase el fin de otro en la región de Ecuador (noroeste).
El brote está causado por la cepa Zaire -la más mortal que existe-, por lo que no tiene relación con el anterior.
La zona afectada es un área de conflicto frecuentemente golpeada por la violencia de grupos insurgentes, lo que puede dificultar la lucha contra la enfermedad.
La vacunación comenzó el miércoles pasado en Kivu del Norte, la más afectada de las dos provincias, con un tratamiento experimental.
Esta fiebre hemorrágica se transmite por contacto directo con la sangre y fluidos corporales de personas o animales infectados, y alcanza una tasa de mortalidad del 90 %.