La conmoción y el desconsuelo son los sentimientos que reinan en la localidad madrileña de San Martín de Valdeiglesias tras el fallecimiento del médico español de 69 años Leopoldo Nieto Cisnero en el terremoto que sacudió el martes el centro de México.
Leopoldo Nieto llevaba más de 40 años viviendo en México y se encontraba en uno de los edificios derrumbados por el terremoto, de magnitud 7,1 en la escala de Richter, pero tenía raíces en Alcázar de San Juan (Ciudad Real), donde su padre tenía un farmacia, y en San Martín de Valdeiglesias, municipio en el que reside su madre.
Vecinos del municipio madrileño han asegurado a Efe que sus cenizas se trasladarán en los próximos días a San Martín de Valdeiglesias, ya que la hermana y la madre continúan viviendo en el pueblo.
Según han manifestado, cuando recibieron la trágica noticia, no podían creerlo y sintieron “un vuelco al corazón”.
Es el caso de Valentín Rey Reviejo, que, además de vecino, era familia lejana del fallecido y que ha recordado con tristeza las vivencias de cuando él y Leopoldo Nieto eran pequeños y pasaban los veranos en el pueblo.
“Vivíamos en un barrio muy pobre de la zona sur del pueblo, donde vivían sus abuelos. Él, al llegar de la capital, venía con una educación totalmente diferente a nosotros, era muy inquieto y muy espabilado, pero nosotros nos las sabíamos todas”, ha rememorado.
Algunas fuentes también han señalado que la madre de Leopoldo Nieto pasa por un “delicado” estado de salud y que ahora se encuentra hospitalizada.