Javier Rodríguez, consejero de Sanidad de la Comunidad de Madrid, ha expresado su sorpresa de que “haya habido un fallo al quitarse el traje”, una de las principales hipótesis sobre el contagio de ébola de la auxiliar de enfermería ingresada en el Hospital Carlos III. “Para explicar cómo quitarse o ponerse un traje no hace falta un máster”, ha afirmado en El programa de Ana Rosa. En otra intervención en la Cadena Ser ha reiterado que la paciente “ocultó información”, como ya hizo ayer cuando la acusó de que “pudo estar mintiendo” sobre cuánta fiebre presentó en los días previos a su ingreso. A continuación, el responsable político admite que eso lo dice él, “nunca lo he podido demostrar”.
“Algo ha pasado porque, si no, no se hubiese contaminado”, ha dicho Rodríguez en la Ser. El responsable de la Sanidad madrileña centra las sospechas del contagio en un posible error de la infectada: “Si ella ha reconocido que se tocó y eso no se ha reflejado, algo se ha hecho mal”.
“Hay información que ocultaba. El porqué no lo se. Porque ella no dijo cuando ha llamado que ha podido tener ese contacto. Cuando ha ido a su médico de familia no le ha dicho que había tratado a este paciente”. “Es algo que pongo yo. Nunca lo he podido demostrar”, añade.
“Yo lo único [de] que tengo pruebas es que no ha dado toda la información que tenía”. “A lo mejor ha sido una expresión mía poco afortunada pero lo que está claro es que ella ha ocultado información”, reitera.
En su conversación con Ana Rosa Quintana ha incidido en las consecuencias de esta supuesta falta de información: “Ha tardado días en reconocer que ha podido tener un fallo en el momento de quitarse el traje. Si lo hubiera dicho el primer día, hubiera podido ahorrar mucho trabajo”.
Sobre la llamada de la auxiliar de enfermería al Comité de Riesgos Laborales, en la que no se activaron las alarmas, Rodríguez se remite al límite de 38,6 grados de fiebre para poner en marcha el protocolo. “Se cumplió todo escrupulosamente”, responde a la periodista Pepa Bueno en este caso.
Respecto a la carta del médico que atendió a la mujer en las urgencias del Hospital Fundación Alcorcón, en la que denuncia numerosas irregularidades, muestra más cautela y afirma que ha pedido que se investigue el caso. La mujer comunicó al profesional de la ambulancia que acudió a recogerla que podía estar infectada de ébola y, aunque éste lo comunicó a las autoridades, no le dieron instrucciones de interrumpir el servicio de ese vehículo. La ambulancia continuó trasladando a otros pacientes después.
Estas declaraciones y “la inadmisible gestión que está realizando” el consejero han llevado al grupo parlamentario de Izquierda Unida en la Asamblea de Madrid a exigir su dimisión. Coincide en la petición la federación de Madrid del sindicado Comisiones Obreras.
“Si al final resulta que los responsables somos nosotros [los políticos], pues tendremos que asumir nuestra responsabilidad. Pero si de todos los errores médicos que se produzcan en la Comunidad de Madrid el responsable es la Administración, estaremos cada dos días cambiando la Administración”, se justifica. En su caso personal, apunta que “no tengo ningún apego al cargo. Soy médico y afortunadamente tengo la vida resuelta”. “Si tengo que dimitir, dimitiré”, afirma.
Ignacio González: “Bajo ningún concepto se puede criminalizar o responsabilizar” a la enferma
El presidente de la Comunidad de Madrid, Ignacio González, ha afirmado este jueves en una entrevista en Onda Cero que “bajo ningún concepto se puede criminalizar o responsabilizar” a la auxiliar de enfermería por su contagio de ébola. Así ha respondido a las declaraciones del consejero de Sanidad de Madrid en la comparecencia del miércoles ante los medios (en las que Rodríguez acusó por primera vez a la paciente de mentir), y que en su opinión había “matizado” más tarde. Sin embargo, Javier Rodríguez ha continuado con las acusaciones en sus intervenciones de este jueves.
Otro responsable autonómico, Jon Darpón, consejero vasco de Salud, ha asegurado también de forma “radical y categórica” que la auxiliar de enfermería de Madrid infectada de ébola “no tiene culpa” de su propio contagio, aunque se tocara la cara con un guante. “Los profesionales sanitarios intentan hacer las cosas bien, pero tienen riesgos; bastante desgracia tiene con haber contraído la enfermedad”, ha puntualizado.