El Consejo de Ministros ha aprobado este martes el fin de la obligación del uso de mascarilla en el transporte público. El Gobierno hará efectiva esta decisión con la modificación del Real Decreto de 19 de abril de 2022, que entrará en vigor este miércoles con su publicación en el Boletín Oficial del Estado, pero mantendrá la medida en los centros y servicios sanitarios, en las oficinas de farmacia y los botiquines y en los centros socio-sanitarios.
La ministra de Sanidad, Carolina Darias, ha destacado que “nos encontramos en un momento de enorme estabilidad en cuanto a la situación epidemiológica” relacionada con la Covid-19 y una “clara tendencia a la baja”. Esta situación, junto a una “excelente campaña de vacunación, que ha hecho a España ser un referente a nivel internacional”, ha permitido dar un paso más en la relajación del uso de mascarillas.
En España, el 93% de la población cuenta con la pauta completa y el 75,4% de los mayores de 80 años y el 58,8% de los mayores de 60, con la segunda dosis de recuerdo con el fármaco adaptado a los sublinajes de Ómicron. Además, la incidencia acumulada a 14 días es de 50 casos por cada 100.000 habitantes mayores de 60 años y la ocupación de camas hospitalarias por pacientes con SARS-CoV-2 es del 1,6% y de un 1,7% en el caso de camas de UCI. “Es uno de los datos más bajos de la pandemia, sino el que más”, ha dicho la ministra.
La ministra de Sanidad ya anunció que elevaría la propuesta al Consejo de Ministros el pasado 26 de enero. El pasado jueves, Darias comunicó esta decisión al Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud (CISNS), tras la propuesta de la Ponencia de Alertas.
“Se trata de un paso más en la respuesta que en cada momento hemos ido dando, acorde a la situación en cada momento y al parecer de las personas expertas”, ha justificado Darias, que ha insistido en se trata de uno “muy importante”. “Significa seguir cumpliendo una hoja de ruta planificada, fase a fase, para volver a la práctica normalidad”, ha dicho.
En esta reunión del Consejo de Ministros, el Gobierno ha abordado también la segunda vuelta de la creación del anteproyecto de ley por el que se crea la Agencia Estatal de Salud Pública. Este organismo, que Darias había definido como una “prioridad política”, será remitido ahora a las cortes generales, donde se ha solicitado un procedimiento de urgencia, “para tenerla cuanto antes”.
Desde el ministerio llevaban semanas pendientes de la evolución del brote en China, que hizo a Sanidad exigir a los viajeros procedentes de aquel país un test SARS-CoV-2 negativo o la pauta completa de vacunación para entrar en España, ante el levantamiento de la política de Covid cero del gigante asiático. Desde la puesta en marcha de la medida, el 31 de diciembre, y hasta finales de la semana pasada, Sanidad Exterior ha realizado 1.765 pruebas, entre las que se han detectado tres positivos, un 0,18% del total, de las variantes predominantes en España.
La Sociedad Española de Epidemiología (SEE) ha emitido un comunicado en el que recuerda “aunque la obligatoriedad de uso desaparece, la mascarilla sigue siendo útil en determinadas circunstancias y ha de pasar a considerarse como una herramienta de salud pública y educación sanitaria, más allá de la Covid-19”.
Durante la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, Darias ha señalado la “importancia de recomendar un uso responsable de las mascarillas”. En la misma línea, los epidemiólogos afirman que esta sigue siendo útil para las personas vulnerables y “continúa siendo especialmente recomendable para las personas que presentan síntomas respiratorios compatibles con la Covid-19, la gripe, el catarro y otras infecciones respiratorias”, principalmente en lugares cerrados, con mucha afluencia o mala ventilación. “Esta práctica, habitual en otros países, responde a una cuestión de responsabilidad individual y respeto hacia la salud de los demás, pues reduce el riesgo de que una persona enferma contagie a quienes tiene a su alrededor”, indica la SEE.
Estas palabras recuerdan a las expresadas por el director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias, Fernando Simón, que ya advirtió que “el mensaje no es que se vaya a retirar la mascarilla, sino que la población tiene que ser mucho más responsable y depende de cada uno de nosotros cuando tengamos síntomas, la utilicemos de manera responsable. También si somos personas vulnerables. Y entender que nuestra salud también afecta a los demás”.
Ya no habrá que llevar mascarilla en los transportes.
Tampoco habrá que llevarla en ortopedias, ópticas y centros de audioprótesis.
Sí habrá que seguir usándola en centros sanitarios y sociosanitarios, en farmacias y en botiquines. Dentro de esta categoría están desde centros de salud a hospitales -sean generales, especializados, de media o larga estancia-, bancos de tejidos, de semen, centros de reconocimiento médico, clínicas dentales, de estética o la consulta del fisioterapeuta, entre otras.
Seguirá siendo obligatoria además en residencias y resto de centros sociosanitarios para las personas que trabajen en ellos siempre que estén en contacto con personas residentes y para los visitantes cuando estén en zonas compartidas.