Consumo detecta un laboratorio que se inventó una certificación de mascarillas que no tenía en pleno 'boom' de demanda

Raúl Rejón

14 de marzo de 2021 23:10 h

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El Ministerio de Consumo ha detectado que ITEL, una de las certificadoras de mascarillas más activa durante el boom de estos productos impuesto por la pandemia de COVID-19, ha estado, en principio, confundiendo a los fabricantes y distribuidores acerca de las autorizaciones para estampar el sello de calidad.

La empresa ITEL ha remitido cartas a sus clientes en las que se atribuía haber conseguido “de acuerdo con la orden SND/354/2020” estar “perfectamente autorizados para la certificación de mascarillas”. Y afirmaba esto tras “la respuesta a la consulta realizada al Ministerio”, según una de las misivas firmada el 15 de diciembre pasado a la que ha tenido acceso elDiario.es. “Certificamos que estamos perfectamente capacitados para cumplir con los métodos de ensayo exigidos por la norma”, añadían. Consultado Consumo, el Ministerio explica que, aparte de no haber recibido consulta alguna como responsable en la materia, en ese momento la normativa no exigía certificaciones para productos no sanitarios (como las mascarillas higiénicas).

Ante esta circunstancia, Consumo afirma que ha aclarado en un oficio a la empresa que “no consta haber resuelto consulta a ITEL en los términos a los que se refiere”, y le requirió al laboratorio que enviara la documentación que sostenga a qué departamento y en qué forma consultó para luego especificarlo en sus comunicaciones con los distribuidores.

Además, el Ministerio ha informado a ITEL de que, en virtud de la normativa estatal a la que la compañía hace referencia, –una orden ministerial de abril de 2020– las mascarillas higiénicas no precisan una certificación previa ni los laboratorios han necesitado una autorización para funcionar. La afirmación de la empresa “resulta implícitamente engañosa”, ha descrito el Ministerio. Es decir, Consumo sostiene que este laboratorio ha confundido a los productores de mascarillas con los que se relaciona al hacer creer que disponían de una autorización que no existía para expedir una certificación.

ITEL ha explicado a elDiario.es, tras confirmar que ha recibido el requerimiento de Consumo, que “todo es un error del Ministerio. Tenemos perfecta capacidad para hacer las certificaciones”. Sin embargo, en su respuesta oficial al Ministerio, el laboratorio ha asumido su mala praxis y ha afirmado que no hará más uso de estas comunicaciones.

La pandemia dispara el uso

La alta demanda de mascarillas que ha traído la pandemia de COVID-19 ha hecho que el Gobierno emita una nueva orden específica en febrero de este año. Las mascarillas higiénicas no son un equipo de protección individual, pero sí pueden cumplir “la función de minimizar la proyección de secreciones respiratorias y también limitar, en la medida de lo posible, la penetración de estas secreciones de origen externo”, según describe Consumo, por lo que, ante su uso creciente al ser obligatorias para la ciudadanía, se emitió una regulación actualizada.

En esta nueva norma sí se establece que los laboratorios necesitarán estar visados por la Entidad Nacional de Acreditación (ENAC) para emitir sus certificados. Empresas como ITEL tienen seis meses para obtener esta autorización. Mientras, han de poder asegurar a los productores que están en el proceso de acreditación.

Sobre este asunto, el laboratorio incluía en su comunicación a clientes el pasado 15 de diciembre que “hemos contratado el proceso de acreditación con la entidad ENAC”. Sin embargo, más de dos meses después de esta afirmación, “ENAC no había recibido nada”, cuentan en Consumo. Mucho menos cuando distribuían esta información en diciembre pasado. En estos momentos es obligatorio estar acreditado o en proceso de estarlo, por lo que si INTEL debe informar a sus clientes si ha solicitado este visado, afirman en el Ministerio. La empresa ha contestado a elDiario.es que “estamos en proceso de acreditación”, sin especificar más.