Greta Thunberg se dirige a los políticos en la COP25: “¿Cómo reaccionan a esta situación sin sentir pánico?”
Es una de las imágenes del día. Greta Thunberg se ha dirigido este miércoles a los políticos y observadores internacionales que asisten a la COP25 que se celebra en Madrid. Era la primera vez que lo hace de manera directa: el viernes, cuando llegó a España, solo participó en una sentada en IFEMA junto a más compañeros de Fridays For Future, y el lunes y el martes se limitó a ceder su altavoz mediático a los científicos y jóvenes a los que acompañó en eventos. Este miércoles, ya en la recta final de la Cumbre, ha dado un discurso en la sala plenaria en un acto de alto nivel, para decir entre otras cosas que “ya no tenemos tiempo para dejar de lado la ciencia”.
“Hace un año y medio no hablaba con nadie a menos que tuviera que hacerlo, pero he encontrado un motivo para hablar. Sé que hay que empezar con algo emotivo. Decir algo como 'nuestra casa está en llamas' o '¿cómo se atreven?”, ha comenzado Thunberg, en referencia a su intervención en la cumbre de la ONU en septiembre en Nueva York que dio la vuelta al mundo. “Pero hoy no voy a hacerlo, porque, si no, solo esas frases suscitan atención, y se olvidan los hechos”.
La adolescente, a punto de cumplir 17 años, se ha subido al estrado sobre las 9:30 horas, después del representante de Chile Gonzalo Muñoz, del director del Instituto de Estudios Climáticos de Postdam Johan Rockström, la ministra española de Transición Ecológica en funciones Teresa Ribera y de Jennifer Morgan, de Greenpeace Internacional. Thunberg ha mencionado su trayectoria personal desde que en agosto de 2018 comenzó a hacer huelgas escolares. “Durante un año he hablado constantemente sobre cómo se merman los presupuestos de carbono una y otra vez, pero como se sigue ignorando, tendré que repetirlo”, ha esgrimido.
La activista ha leído sobre el estrado algunos de los resultados del panel científicos de la ONU: “No son opiniones, son cifras científicas y globales”. Y entonces, sí con un tono más determinante, ha preguntado: “¿Cómo reaccionan ante estas cifras sin sentir pánico, al hecho de que no se está haciendo nada, sin sentirse enfadados, cómo comunican este mensaje sin mostrarse alarmistas? ¿Cómo lo hacen? Me gustaría saberlo”.
“Los países ricos tienen que hacer su parte para que las personas más desafortunadas del mundo puedan mejorar su nivel de vida”, ha afirmado antes de sentenciar: “Las personas se están muriendo debido a la crisis climática”. “Cada fracción de un grado cuenta. Este es mi mensaje: en eso tenemos que centrarnos. Tienen que centrarse”, ha clamado luego.
A continuación, Thunberg ha indicado que la política que se necesita “no existe en la actualidad, pese a lo que puedan escuchar de los líderes del mundo”. “No hay un sentimiento de urgencia, de emergencia. Hablan todo el rato de emergencia, pero no se comportan como si estuviéramos en una emergencia. Si hay un niño sentado en medio de la calle y vienen los coches a toda velocidad, uno no se aleja, ¡va a rescatar a ese niño”, ha afirmado. Pero “los países están encontrando maneras de no cumplir sus promesas y aumentar sus ambiciones. Cuando lo que necesitamos son recortes drásticos de emisiones”.
La adolescente ha insistido en la necesidad de que la ciudadanía reclame medidas en la calle para que haya una acción política. “Sin ese sentimiento de urgencia, ¿cómo podemos comprender que hacemos frente a una verdadera crisis? Si las personas no son plenamente conscientes de lo que está sucediendo no podrán ejercer presión sobre los líderes. Y sin esa presión, los líderes políticos no harán nada y es un ciclo que perdura”, ha asegurado.
No obstante, se ha mostrado esperanzada. “Estamos desesperados buscando una señal de esperanza. Yo les digo que hay esperanza, yo la he visto. No vendrá de los Gobiernos ni de las grandes corporaciones, sino de las personas, que están empezando a despertar. Las personas pueden cambiar las cosas, están preparadas. Esa es la esperanza que tenemos, y la tenemos porque tenemos democracia. Y es todos los días y a todas horas, no solo en elecciones. Se trata de la opinión pública, la que lidera el mundo libre. Todo cambio histórico ha venido de la gente. No podemos esperar, podemos empezar nosotros, ahora mismo, los pueblos”, ha zanjado, con un 'we the people'.
Un acto 'high level'
Thunberg ha intervenido después del paladín de la COP 25 Gonzalo Muñoz, quien ha asegurado que “no estamos en un evento sobre cambio climático sino sobre crisis climática”. Después ha hablado Johan Rockström, director del Instituto Postdam para Investigación del Impacto Climático. “Nos quedamos sin tiempo. Se necesita un plan de emergencia. La comunidad científica ha expuesto una hoja de ruta para recortar las emisiones a la mitad hacia 2030. Ha llegado el momento de actuar”, ha apuntalado Rockström.
A la activista también le ha precedido la ministra española de Transición Ecológica, Teresa Ribera. “Ya tenemos claro que estamos ante una emergencia climática y tenemos claro lo que tenemos que hacer. Hemos infravalorado la ciencia y las repercusiones sociales, injusticia y vulnerabilidad que puede conllevar la falta de acción”, ha apostillado.
Jennifer Morgan, directora ejecutiva de Greenpeace, ha expresado su “enfado” contra los líderes mundiales, a quienes ha pedido que declaren la emergencia climática. “Nunca había visto tanta brecha entre lo que sucede en la calle y aquí dentro. Les pediría que actuasen como Greta se lo ha pedido, pero no lo están haciendo”, ha manifestado. “Tras 25 años viniendo a estas conferencias, no he dejado de creer que la humanidad puede hacer frente a esto. Esta COP puede enviar una señal de cambio”. Después, ya en una mesa, han hablado los cuatro y también Hilda Flavia Nakabuye, de Fridays For Future (la organización que inspira Thunberg) Uganda y el ministro de medio ambiente de Costa Rica, Carlos Manuel Rodriguez.