291 personas han muerto ahogadas en lo que va de año (de enero a julio), 42 más que en el mismo intervalo de 2023, según el último informe de la Real Federación Española de Salvamento y Socorrismo (RFEES).
Es el peor dato de este período desde 2018. En los últimos nueve años, 3.845 personas han perdido la vida en nuestras aguas: una media de 427 cada año. El pasado mes fue el tercer peor julio de toda la década, con 93 ahogamientos (tres por día, aproximadamente). 13 de las personas fallecidas eran menores de edad.
Galicia lidera las muertes por ahogamiento en lo que va de año. En sus aguas han muerto 49 personas. Andalucía reporta el segundo peor dato, con 45 personas fallecidas, seguida por la Comunidad Valenciana (43). Es en estas comunidades, además de en Canarias y Cataluña, donde cada año se suelen dar las peores cifras.
Según los datos aportados por la RFESS, la mitad de los casos han ocurrido en playas, seguidas por ríos (19,93%). En pantanos, puertos, balsas de riego o pozos, se dan el 19,24% de los accidentes. El 10.31% ha fallecido en piscinas, un lugar especialmente peligroso para los niños y adolescentes, destaca Alberto García Sanz, portavoz de la RFEES: “El mayor número de ahogados en menores se produce en piscinas privadas. Una solución para que esto no ocurra sería vallar la piscina de forma perimetral”.
Zonas sin vigilancia
La federación incide en que es indispensable bañarse siempre en lugares vigilados. De esta forma, asegura, se podrían evitar casi el 50% de las muertes. “Además, es importantísimo no realizar actos negligentes. Hay que respetar las normas de cada espacio (las banderas, las señales)” explica. En el 83,5% de los casos los fallecidos son hombres, algo que según el portavoz tiene que ver con que suelen asumir más riesgos que las mujeres, como también ocurre con los accidentes de tráfico.
Los datos que más alarman son los relacionados con los menores. Para evitar tragedias como estas es muy importante que éstos estén siempre acompañados. “Dejar solo a un menor es como dejar un bolso en un bar y pensar que, como la policía existe y está ahí, no nos lo van a quitar. Aunque haya equipo de vigilancia, los niños nunca deberían estar solos”, señala García Sanz.
Veranos más largos, pero no más recursos
Desde 2021, las cifras de fallecidos no han dejado de crecer. El portavoz incide en que los veranos cada vez son más largos, en que cada vez hay más turismo, pero que, pese a ello, no hay más recursos. “A más gente, más posibilidades de accidentes. Al igual que en la carretera. Y aún queda todo agosto y septiembre”.
“Nosotros llevamos mucho tiempo pidiendo a la administración estatal que establezca unas normas de seguridad para todo el territorio nacional”. Piden más formación, más socorristas (sobre todo, en las playas de alta o media peligrosidad), así como uniformidad en todo el Estado en cuanto a normas de uso, medidas de seguridad o tipo de uniforme.
También reclaman que se hagan campañas de prevención similares a las de la DGT: “Haciendo un símil con las víctimas de accidentes de tráfico, cuando se producen las salidas de Semana Santa o verano hay un despliegue de recursos humanos y de campañas para evitar o reducir esos accidentes. Sin embargo, en el medio acuático, no hay ningún tipo de campaña”.