El Gobierno de Nicaragua recibió múltiples críticas este sábado por convocar a una marcha multitudinaria para mostrar apoyo al presidente Daniel Ortega en medio de la pandemia del COVID-19, que no ha sido detectado en el país.
Miles de trabajadores del Estado y simpatizantes sandinistas fueron convocados para participar esta tarde en una caminata denominada “Amor en tiempos del COVID-19”, como parte de las actividades gubernamentales para mostrar apoyo a Ortega, cuya popularidad no pasa por su mejor momento.
“Es preocupante lo que ocurre en Nicaragua frente a la amenaza del coronavirus. Quienes están en el poder tienen desinformado al pueblo, no ofrecen ninguna credibilidad de estar preparados a nivel médico y exponen a la gente al peligro, organizando eventos y marchas”, expuso el influyente obispo Silvio Báez en sus redes sociales, desde Roma, donde está exiliado.
El Gobierno de Nicaragua ha sido criticado en los últimos días por no divulgar más información que la básica sobre el COVID-19, lo que ha hecho pensar que carece de un plan para enfrentar la pandemia.
“IRRESPONSABILIDAD CRIMINAL”
La exguerrillera sandinista y exministra de Salud en la primera época presidencial de Ortega (1980-1990), Dora María Téllez, llamó “irresponsabilidad criminal” a la cita, hecha por la esposa del gobernante, la vicepresidenta Rosario Murillo.
“Los Ortega Murillo ponen en riesgo la salud y la vida de los empleados públicos y sus familias. Es irresponsabilidad criminal convocar y realizar marchas en todo el país con una pandemia de coronavirus avisada. Los empleados públicos tienen derecho a defender su vida”, destacó.
Murillo no ha informado si ella y Ortega caminarán junto a sus seguidores y empleados estatales.
Para algunos líderes de la oposición, el llamado a miles de personas para que se reúnan en una actividad del oficialista Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN) sin saber si el COVID-19 ya alcanzó Nicaragua, demuestra insensibilidad.
“Al principio creía que era una broma de mal gusto, pero es oficial, mientras en todo el mundo están cancelando eventos y aglomeraciones, la insensible dictadura llama a sus seguidores a exponerse innecesariamente. Creo que somos el único país del mundo que hace esta locura”, dijo el director ejecutivo de la opositora Alianza Cívica por la Justicia y la Democracia, Juan Sebastián Chamorro.
Nicaragua y El Salvador son los únicos países de Centroamérica que no han reportado casos de COVID-19, pero a diferencia del Gobierno salvadoreño, el de Ortega no ha cerrado sus puertas aunque sí mantiene vigilancia sanitaria, y ha reiterado que no recurrirá a cuarentenas.
El país atraviesa una crisis que ha dejado cientos de presos, muertos o desaparecidos, así como miles de heridos y decenas de miles en el exilio.