El personal de enfermería está colapsando. Un 23% de las profesionales han terminado de baja por situaciones de ansiedad, estrés o agotamiento mental relacionadas con el trabajo en el último año, según las respuestas que ha recibido el Consejo General de Enfermería (CGE) de casi 10.000 sanitarias de hospitales, ambulatorios y centros sociosanitarios a la que se ha preguntado cómo se encuentran en su día a día laboral. Más de la mitad considera que su situación ha empeorado tras la pandemia y seis de cada diez se han planteado dejar la profesión.
“El incremento de las bajas laborales por carga emocional han subido extraordinariamente en los dos últimos años: se ha pasado del 16,5% en 2022 al 23%”, subraya el 'Estudio sobre el impacto de la presión asistencial en la profesión enfermera', cuya segunda edición se ha presentado este lunes. La primera se publicó en 2022 y pretendía medir los estragos que había causado la pandemia en la profesión. Ahora que esta situación ha terminado, los problemas continúan. La muestra está dominada por trabajadoras de la sanidad pública (un 75% del total).
Las cifras son “alarmantes”, según el Consejo General de Enfermería, que vincula los datos obtenidos con la escasez de profesionales. Faltan 123.000 enfermeras y enfermeros para llegar a las ratios europeas, denunció la misma institución hace dos semanas. “Numerosos estudios nacionales e internacionales apuntan que la falta de enfermeras aumenta la carga asistencial y a su vez empeora los cuidados de las personas. Y esto se ve reflejado, claramente, en las cifras presentadas”, apunta la institución en una nota de prensa.
Un volumen de trabajo excesivo
El 57,7% de las encuestadas asegura que tiene un volumen de trabajo excesivo y la presión asistencial afecta bastante o mucho a casi nueve de cada diez profesionales (88,3%). Preguntadas por malestares concretos, el 86,1% de las enfermeras dice haber sufrido episodios de estrés, el 66,6% de ansiedad, el 60% de insomnio y el 27,2% declara haber llegado a sufrir depresión.
“No es cuestión de llegar a sufrir estos episodios para tratarlos cuando ocurren, sino de poner las barreras y mecanismos de prevención para que no lleguen a suceder. Hablamos mucho de cuidar al cuidador, pero debemos hacerlo desde el inicio. De nada sirve cuidar de alguien cuando ya está sobrepasado, tenemos que trabajar para que la prevención sea nuestra bandera”, ha pedido Raquel Rodríguez Llanos, vicepresidenta del CGE. El 63,1% de las consultadas declara que ha necesitado ayuda profesional a nivel psicológico aunque sol el 37,8% ha tenido acceso a ella.
Una investigación reciente titulado Escasez de enfermeras en España: del caso global a la situación particular acreditó con datos que el problema en el sector –con un déficit histórico de profesionales– ya no es la migración a otros países donde les pagan mejor o tienen más posibilidades de desarrollar su carrera ni tampoco que no haya personas interesadas en estudiar la carrera. La situación solo puede explicarse por el hecho de que abandonan la profesión. El 36% de las encuestadas por el Consejo General de Enfermería dice que si tuviera que volver a elegir una carrera, no escogería Enfermería.