Un cura, sobre los crímenes de Franco: “La represión tendría que haber sido mayor”
Hay maneras de celebrar el 18 de julio. Y el cura de Villamuñío (León), Jesús Calvo, no ha encontrado otra mejor que lamentar que Franco no hubiera matado más. “La represión tendría que haber sido mayor para así evitar muchos de nuestros actuales males”, anhela en declaraciones realizadas en el 81 aniversario del golpe de Estado fascista que provocó la guerra civil española al medio Alerta Digital.
Alerta es uno de los reductos informativos donde se refugia y estalla la nostalgia franquista. Allí el párroco encuentra eco a sus añoranzas y amonesta al dictador Francisco Franco: “Lo único que cabe reprocharle es que fuera tan excesivamente noble e indulgente con muchos criminales del bando rojo, como fue el caso de Santiago Carrillo”, especifica.
El cura franquista entiende que el exgeneral golpista actuó con esta supuesta blandura “por su condición de hombre de bien y de militar obediente al honor”. En todo caso, dice, “todos los del bando rojo que fueron ejecutados tuvieron un juicio con todas las garantías, algo que por desgracia no tuvieron los católicos martirizados por los rojos”.
El clérigo subraya además el aniversario de la sublevación militar como una fecha histórica para los católicos “por los inmensos bienes que [el franquismo] nos proporcionó”. “Y por los servicios prestados”, añade. Así lo explica “en la campiña leonesa”, donde celebra la efeméride “junto a un grupo de amigos” y califica la Ley de Memoria Histórica como una apuesta “disparatada” para “sembrar el odio entre los españoles”.
Vuelve la obsesión por el contubernio judeo masónico
“El caudillo disfruta de la paz celestial”, ensalza el clérigo, que sitúa al exjefe de Estado “a la misma altura histórica de héroes nacionales como Don Pelayo, Juan de Austria o Alejandro Farnesio”, según el exponente de los medios franquistas que sobreviven en España. Para el cura, Franco fue “un grandísimo estratega”, “mejor estadista” y “un revulsivo de la moral católica nacional”.
El Padre Jesús Calvo rescata además una de las principales obsesiones del dictador: el contubernio judeo-masónico-comunista. Qué mejor costumbre para señalar culpables de los males de España. A saber. La “musculatura moral de los españoles” está amenazada por “las leyes aprobadas por partidos de obediencia masónica”. Y el “sionismo” es culpable del “actual clima de feroz anticristianismo”.
“Cuando este sistema liberal, ateo y materialista ignora y rechaza esos principios de pura lógica, de Razón y de Fe, convierte así la nación en una lucha de clases (marxista) o de partidos políticos (liberal)”, declara el cura de Villamuñío. El “ambiente de cristofobia” tiene etapas, dice, que parten de ridiculizar los símbolos religiosos y llega a “la violencia contra los cristianos”.
“Rezamos porque esto no vaya a mayores”, advierte. Pero entretanto anima a los católicos españoles a “combatir” las agresiones “de la izquierda radical” y a la jerarquía eclesiástica a que abandone el “silencio” y la actitud “panfilista y cobarde”. Y lamenta el cura, de paso, que Franco hubiera matado tan poco. Según el párroco. Otra cosa dice el mapa de fosas comunes del franquismo.