Al grito de “Lomce no” y “¿qué pasa, qué pasa? que nos suben las tasas”, miles de estudiantes de Secundaria, FP y Universidad han culminado sus dos días de huelga marchando este jueves por Madrid, Barcelona y otro centenar de localidades de España contra las políticas educativas del PP, contra la ley que han impulsado los populares, contra el 3+2 y contra la subida de tasas universitarias.
También se han escuchado gritos contra Albert Rivera, líder de Ciudadanos (“un bote, dos botes, Rivera el que no bote”), aunque no contra el PSOE, pese a que el convocante Sindicato de Estudiantes (SE) está muy molesto con el líder socialista por pactar “con el Ibex-35”, según ha explicado Ana García, su secretaria general: “Es un pacto de vergüenza. Es incompatible defender la escuela pública y pactar con la derecha”.
Los estudiantes han considerado “un éxito” las dos jornadas de huelga, tanto por el seguimiento de los paros en sí como por el número de manifestantes reunidos, que el SE ha cifrado en 20.000 solo en Madrid. Los dos días de huelga habrían tenido un seguimiento de entre el 80% y el 90%, según el mismo sindicato, aunque el Ministerio de Educación rebate que “apenas ha tenido incidencia”. Con esta, los estudiantes llevan 22 paros en lo que va de legislatura, dos de ellos huelgas generales.
Educación y República
“El hijo del obrero, a la universidad”, “el hijo del banquero, al campo a trabajar”, “¿dónde están, no se ven, los niñatos del PP”, cantaban los manifestantes. Consignas que se han mezclado con gritos en favor de la República —de los más celebrados— aprovechando la coincidencia en la fecha conmemorativa. Las llamadas reválidas, que empiezan en mayo para Primaria, o las becas eran algunos de los otros temas que preocupan a los manifestantes.
Los estudiantes claman contra la LOMCE en su conjunto pero también con mucha intensidad contra la reforma universitaria del 3+2, que permitirá a las universidades establecer grados de tres años y másters de dos (en vez del 4+1 actual), hecho que encarecerá los estudios porque el precio del máster es notablemente superior al del grado.
“Es una doble maniobra”, ilustraba Juan entre el gentío, cartel de “Lomce No” en mano. “Devalúan la formación de la carrera, de manera que en cierto modo te obligan a hacer un máster, que luego son muchos caros. El PP quiere una universidad elitista”, cerraba. Y vuelta a los botes y las consignas.
En mitad de la manifestación, un agujero que ocupaban policías antidisturbios y algunas lecheras denotaba que había algo raro. La manifestación eran en realidad dos manifestaciones. Mismo recorrido, mismos motivos de protesta, diferentes convocantes. El Frente de Estudiantes, un sindicato de reciente creación, montaba su propia cabecera en la segunda mitad de la columna de gente y se separaba del SE porque, afirman, “no está al pie” de los centros educativos, a diferencia de ellos.
La marcha contaba con el apoyo de los sindicatos docentes, la Plataforma por la Escuela Pública, las familias y varios partidos como Podemos e IU, pero ningún representante de estas organizaciones se acercó a secundar la protesta.