Las organizaciones servicio Paz y Justicia de Paraguay (Serpaj-Py) y la Coordinadora por los Derechos de la Infancia y la Adolescencia (CDIA) denunciaron hoy el reclutamiento de niños soldados por parte de grupos guerrilleros.
Las organizaciones señalaron que grupos armados como el Ejército del Pueblo Paraguayo (EPP) o la Agrupación Campesina Armada (ACA) captan a adolescentes para que integren sus filas, especialmente en las zonas rurales empobrecidas del norte del país.
Tanto el Serpaj como CDIA manifestaron su repudio a estas acciones, y pidieron al Estado que brinde “políticas de asistencia y protección social a las familias y facilite el acceso a derechos universales como salud, educación, alimentación, vivienda y trabajo decente, a fin de prevenir y evitar el reclutamiento de niños, niñas y adolescentes”.
Exigieron también a las autoridades que reconozcan a los niños y adolescentes que forman parte de organizaciones guerrilleras como víctimas de un conflicto armado junto con sus familias y que creen programas especializados para protegerles y restablecer sus derechos.
También recordaron al Estado paraguayo sus obligaciones con respecto a la protección de menores frente al reclutamiento en organizaciones armadas, como firmante de varios convenios internacionales sobre el tema.
“El reclutamiento de niños, niñas y adolescentes es una forma de migración forzada que vulnera directamente el ejercicio de sus derechos como ciudadanos, afectando gravemente su desarrollo integral”, concluyó el comunicado difundido por Serpaj y CDIA.
Siria, República Centroafricana, Afganistán, Colombia, Costa de Marfil, Filipinas, Irak, Líbano, Mali, Nigeria, Myanmar, Pakistán, Somalia, Sudán del Sur, Sudán, República Democrática del Congo, Tailandia y Yemen son, según las Naciones Unidas, los países en los que se reclutan a menores para participar en conflictos armados.
Además, Colombia, Filipinas, República Centroafricana, Somalia, Sudán, República Democrática del Congo y Tailandia también utilizan a niñas como esclavas sexuales y en matrimonios forzados.
En Paraguay, se estima que la guerrilla del EPP, a la que el Gobierno atribuye medio centenar de asesinatos y varios secuestros desde su aparición en 2008, opera en los departamentos de San Pedro, Concepción y Amambay, zonas del norte del país limítrofes con Brasil donde se registran altos índices de pobreza campesina y por donde discurren rutas regionales de tráfico de drogas.
Al EPP se une la ACA, considerada una escisión de este grupo armado, algunos de cuyos miembros han sido identificados como menores de edad.
El EPP mantiene secuestrados desde hace más de un año al policía Edelio Morínigo, de 25 años, y desde hace casi tres semanas al colono menonita Abraham Fehr.