Las derechas agitan la acusación de 'guerracivilismo' para no hablar de Franco: “Pero los Reyes Católicos sí les interesan”
Casi ni una semana desde el inicio del año ha esperado el Gobierno para dar el pistoletazo de salida al plan que ha preparado con motivo de los 50 años de la muerte de Francisco Franco, que se cumplirán este 20 de noviembre. Al más alto nivel, con la presencia de Pedro Sánchez, el Ejecutivo celebra este miércoles en Madrid el acto inaugural, en el que se presentará el programa de actividades con el que busca conmemorar “la vuelta de la libertad y la democracia a nuestro país” y marcar agenda en un momento nada sencillo para la coalición mientras las derechas cargan contra la iniciativa con su mantra habitual: que hablar de Franco reabre heridas y es cosa del pasado.
Ya fue también el presidente el encargado en su momento de anunciar la medida el pasado 10 de diciembre, en el día en homenaje a las víctimas de la Guerra Civil y la dictadura, lo que revela la importancia que le da el Gobierno a la campaña, que lleva por nombre 'España en libertad'. Los socialistas insisten estos días en que no se trata de “celebrar el fallecimiento de nadie” sino de conmemorar “que los españoles recuperaron las esperanzas democráticas” y con la muerte del dictador en 1975 se inició “un largo proceso de transformación que nos llevó a la Transición y a una democracia plena”.
Con la vista puesta especialmente en los jóvenes y en explicarles lo que supusieron para los derechos y libertades los 40 años de dictadura franquista, así como desterrar los mitos que siguen perviviendo sobre esta etapa histórica y sobre la Segunda República, el Gobierno desplegará alrededor de un centenar de actos durante todo 2025. A falta de más detalles, las actividades se escalonarán a lo largo del año y consistirán en “exposiciones, labores pedagógicas, concursos de ideas, eventos...”, ha dicho el ministro de Política Territorial y Memoria Democrática Ángel Víctor Torres, que se ha comprometido a informar próximamente del presupuesto destinado a la iniciativa.
Bajo su mando estará el comisionado creado por Real Decreto para coordinar su puesta en marcha –a la cabeza estará la historiadora con experiencia en gestión cultural Carmina Gustrán– y que será asistido por un comité científico formado por expertos, pero poco más se sabe del plan. Lo que sí se ha puesto ya sobre la mesa es la frontal oposición de las derechas, que han criticado la iniciativa desde que se anunciara hace un mes volviendo a agitar la acusación de guerracivilismo contra el Gobierno en forma de una habitual retórica que se repite: hablar del franquismo es innecesario, reabre heridas y divide a la sociedad mientras la izquierda muestra una excesiva fijación con esta época.
Así, mientras el Consejo de Ministros aprobaba este martes la creación de los organismos que coordinarán el proyecto, el portavoz nacional del PP, Borja Sémper, aseguraba que Sánchez empieza este miércoles “una andadura para hacer oposición a un dictador muerto”, y ha aprovechado para criticar su política frente a Venezuela y comparar a Franco y Nicolás Maduro afirmando que lo que debería es “rechazar a los dictadores vivos”. Torres, por su parte, ha llamado a los populares a que “rectifiquen” y “se sumen a la celebración de la democracia”, pero el partido ya ha avanzado que no acudirá a ningún acto.
Tampoco irá Vox, cuyo portavoz nacional, José Antonio Fúster, ha acusado al Ejecutivo de “revanchismo” y de imponer “una visión única y decisiva del pasado”. La extrema derecha apela “a la libertad de pensamiento” para justificar la apología a la dictadura, como hizo el pasado noviembre el diputado Manuel Mariscal en el Congreso, que aseguró que el franquismo “fue una etapa de reconstrucción, progreso y reconciliación”. “Si alguien quiere hablar mal de Franco, que hable. Si alguien quiere hablar bien, que hable también”, ha añadido Fúster, que insiste en que la apuesta de la formación es “defender la libertad de cada español para interpretar el pasado histórico de nuestra nación” y “no obligar a nadie a condenar a sus abuelos”.
“Sacar a pasear a Franco”
En general, es el hilo argumental que defienden ambas formaciones en las comunidades en las que se han aliado para derogar leyes de memoria histórica y sustituirlas por leyes “de concordia”, algo que ha ocurrido en Aragón, Cantabria y la Comunitat Valenciana y que ha sido recurrido ante el Tribunal Constitucional por el Gobierno.
Además, el portavoz de Vox defiende que Sánchez “saca a pasear a Franco cada vez que se ve acorralado por la crisis migratoria, económica o, ahora, los casos de corrupción”. En esta línea se expresó ya en su momento la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, que cargó contra el Gobierno por sacar lo que llamó el “francomodín (...) cada vez que está en apuros”. “Sánchez ha enloquecido”, dijo en diciembre cuando el presidente anunció la conmemoración de los 50 años de la muerte del dictador al tiempo que adelantaba que la comunidad que preside no se sumaría a ninguna actividad.
Las críticas de los populares no se han quedado ahí. El líder del partido, Alberto Núñez Feijóo, también arremetió contra la iniciativa. “¡Qué pereza dan!”, dijo en el último discurso del año ante el Comité Ejecutivo Nacional. “Ellos, a la España con Franco, porque ya son tan pasado como él. Y nosotros, a la España sin Sánchez, que es la España con futuro. Ellos con su amargura a volver a los años 40, 50, 60 y 70”, dijo justo antes. A él se sumó el portavoz del partido en el Congreso, Miguel Tellado: “El presidente del Gobierno necesita a Franco más vivo que nunca”, afirmó. “Cualquiera recordará que Franco murió en la cama un 20 de noviembre de 1975. No sé qué se celebra el 8 de enero del 2025. Supongo que la flebitis que padecía el dictador”, ironizó.
La importancia de difundir la Historia
Al margen de los objetivos políticos del Gobierno de Sánchez, historiadores consultados por este medio coinciden en la importancia de ahondar en esta etapa histórica y reflexionar colectivamente sobre ella. El historiador Pablo Alcántara, autor de La DGS. El palacio del terror franquista, celebra que “por fin, después de muchos años de espera” se vayan a hacer este tipo de actos. “Hay muchos problemas no resueltos que tienen que ver con la dictadura franquista o la Transición. La historia no es algo escondido entre cuatro paredes, sino que influye en el presente y en la construcción del futuro más de lo que creemos”, asegura.
Lo que sí cree Alcántara es que el Gobierno debería intentar trascender de “la figura de Franco en sí” y poner el foco en “reivindicar la lucha antifranquista por recuperar las libertades y los derechos”. “Es verdad que Franco murió en la cama, pero el franquismo murió en la calle. La lucha de universitarios, obreros, intelectuales etc. consiguió que tras la muerte del dictador llegaran los derechos y eso es lo que hay que poner en valor”, apunta el historiador, que acusa a las derechas de enarbolar “discursos negacionistas” y lamenta que los mismos a los que “les parece que somos pesados por hablar de Franco y dicen que son las guerras del abuelo insistan en hablar de los Reyes Católicos o la conquista de América. Les interesa solo un tipo de Historia”.
Miriam Saqqa apunta a que “medio siglo después de la muerte del dictador sigue siendo crucial profundizar en la investigación sobre la Guerra Civil y la dictadura” porque aún hay temáticas que no han sido estudiadas. La autora de Las exhumaciones por Dios y por España sostiene que estos nuevos enfoques y hallazgos “deben ser difundidos ampliamente” con el objetivo de “fomentar una comprensión más completa y crítica del pasado”.
En este escenario arranca una de las iniciativas del Gobierno que más polémica promete suscitar durante el año y que tendrá también en el papel de la Casa Real una de sus principales incógnitas. A este primer acto no acudirá el rey Felipe VI “por motivos de agenda”, aunque sí ha asegurado que participará en alguna de las actividades programadas. Sin embargo, el ministro Torres no ha aclarado si Juan Carlos I se sumará: “El gabinete de Presidencia está en contacto permanente con la Casa Real y lo que hagamos lo acordaremos”, se limitó a responder a las preguntas de los periodistas.
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