Barcelona, 24 nov (EFE).- Investigadores del centro tecnológico Eurecat, de la Universidad Rovira i Virgili (URV) de Tarragona y de la Fundación Greennova han desarrollado un dispositivo, aún en fase de pruebas, para capturar dióxido de carbono de la atmósfera.
El dispositivo, desarrollado en las instalaciones de Eurecat en Tarragona, utiliza unas membranas especiales de polisulfona que logran contener una solución de captación en cuyo interior se produce una reacción química que convierte el dióxido de carbono en carbonato.
El proyecto, denominado CAPTACO2, está en su primera fase de desarrollo y ya han probado distintas configuraciones de membranas y soluciones de captación para maximizar la eficiencia del proceso.
Según ha explicado el director de Tecnología Química de Eurecat e investigador del Departamento de Ingeniería Química de la URV, Ricard García Valls, la configuración más eficiente ha resultado ser la compuesta por una membrana de polisulfona de alta hidrofobicidad, más la solución de captación con anhidrasa carbónica.
“Los resultados preliminares muestran una mejora importante con la anhidrasa carbónica, en tanto que las tasas de captura de CO2 aumentan más de 20 veces en comparación con una solución de captación formada por hidróxido de potasio”, ha concretado.
La anhidrasa carbónica es una enzima que, gracias a su capacidad para convertir el CO2 en ácido carbónico de manera reversible, es clave en la fotosíntesis de las plantas, y está en los cloroplastos de las hojas, donde es la segunda enzima más abundante, así como en los pulmones y en otros tejidos del cuerpo humano.
Según García Valls, “a la espera de pruebas de verificación adicionales, esta estrategia podría abrir un nuevo y prometedor camino de desarrollo”.
El desarrollo técnico del proyecto CAPTACO2 se basa en el trabajo previo de la doctora Adrianna Nogalska en su tesis “Adsorción ambiental de CO2 a través de contactores de membrana”, cuyo contenido sienta las bases para usar ciertas membranas especiales de polisulfona, patentadas, que actúan como una hoja artificial.
Los impulsores del proyecto han explicado que persiguen luchar contra el cambio climático de forma no lucrativa, uno de los objetivos de la Fundación Greennova, cuyo fundador y director, Sebastià Carrión, ha advertido de que “el exceso de gases de efecto invernadero en la atmósfera está acelerando el calentamiento global”.
“Además de reducir las emisiones globales, tendremos que limpiar nuestra atmósfera si queremos reducir los daños que causará el cambio climático”, ha avisado Carrión, que ha recordado que el calentamiento atmosférico, entre otros impactos, está modificando los patrones climáticos y provocando el aumento del nivel del mar, con efectos que plantean riesgos cada vez más graves para los ecosistemas, la salud humana y la economía del planeta.