Barcelona, 30 jun (EFE).- Científicos del Instituto de Investigación Biomédica (IRB) de Barcelona han descubierto el mecanismo celular responsable de las recaídas del cáncer colorrectal tras la quimioterapia, lo que abre la vía al desarrollo de fármacos para neutralizarlo y mejorar así la eficacia de la quimioterapia.
La investigación, que publica hoy la revista “Nature Cancer”, ha sido liderada por Eduard Batlle, cuyo grupo ha descubierto el mecanismo que permite a unas pocas células del tumor resistir a la quimioterapia, adoptando un estado de letargo o inactividad transitorio, para volver a regenerar el tumor un tiempo después.
Batlle ha recordado que aproximadamente una de cada 25 personas desarrollará cáncer de colon a lo largo de su vida y en España se diagnostican cerca de 30.000 casos nuevos cada año.
Para tratarlos, se utiliza habitualmente la quimioterapia, que en primera instancia es efectiva en la mayoría de los casos, pero muchos pacientes sufren recaídas después del tratamiento.
Ahora, los científicos han descubierto que las células madre tumorales que presentan actividad de la proteína Mex3a se mantienen en un estado de latencia que las hace resistentes a la quimioterapia.
Debido a la acción de estos fármacos, adoptan características fetales y, un tiempo después de la quimioterapia, cuando el entorno es más favorable, se reactivan para regenerar el tumor con toda su complejidad, con lo que las células persistentes son responsables de la reaparición de la enfermedad después del tratamiento.
“La quimioterapia es efectiva y elimina la mayoría de células tumorales, pero no todas. Nuestro descubrimiento revela la identidad de un grupo de células persistentes, capaces de resistir la quimioterapia, que serán las que regenerarán el tumor tras el tratamiento, lo que abre la vía a poder desarrollar fármacos para eliminarlas, que la quimioterapia fuera mucho más eficaz y mejoraría los índices de supervivencia”, ha resumido Batlle.
La investigación se ha llevado a cabo utilizando organoides, que son pequeños cánceres derivados de pacientes, que se pueden cultivar en el laboratorio y que reproducen la complejidad del tumor y la variabilidad de tipos celulares.
“Los organoides nos han permitido trazar la evolución de las células responsables en todo el proceso y observar su reacción al tratamiento con quimioterapia”, ha detallado el investigador del IRB Adrián Álvarez-Varela.
Los científicos también han trabajado con modelos de ratón de cáncer de colon en los que han podido observar y reproducir el comportamiento de estas células persistentes, igual que en los organoides.
Los resultados obtenidos en organoides y en ratones fueron contrastados con el análisis transcriptómico de muestras de pacientes.
Además, los investigadores han mostrado que la eliminación del gen Mex3a mediante técnicas de ingeniera genética hace que los cánceres de colon se vuelvan muy sensibles a la quimioterapia.
En modelos experimentales de cáncer de colon, las metástasis que tienen una deficiencia en Mex3a se curan por completo con quimioterapia.
Según Batlle, a pesar de que las funciones del gen Mex3a todavía se desconocen, este hallazgo sugiere que los fármacos dirigidos a Mex3a podrían actuar de forma sinérgica con la quimioterapia y prevenir las recidivas.
Ahora, los científicos del IRB se centrarán en analizar los mecanismos moleculares subyacentes y, en particular, en detallar cómo el gen Mex3a mantiene a las células madre del cáncer en ese estado latente, y estudiar los procesos que desencadenan la quimioterapia en estas células.
En esta investigación han colaborado la plataforma científica de Bioestadística y Bioinformática, que lidera Camille Stephan-Otto Attolini en el IRB Barcelona, el grupo de investigación de Sabine Tejpar, en la Katholieke Universiteit de Leuven (Bélgica) e investigadores del Centro Nacional de Análisis Genómico (CNAG-CRG) de Barcelona, de la Ludwig-Maximilians University en Múnich y de la Universidad de Palermo.