La desigualdad de género en las tareas domésticas se mantiene en las parejas donde las mujeres tienen mayor nivel educativo e ingresos superiores, según un estudio que ha publicado este martes el Centro de Estudios Demográficos de la UAB (CED-UAB).
El estudio, que analiza la desigualdad de género en los usos del tiempo (trabajo remunerado, doméstico, de cuidado de niños y ocio) en España, ha revelado que la desigualdad se da ya en la adolescencia, aunque tener hijos es el principal factor que la hace aumentar.
Entre otros datos, el estudio refleja que las adolescentes destinan a tareas domésticas 30 minutos diarios más que los chicos y que en las parejas con hijos menores donde los dos están ocupados la brecha de género en trabajo doméstico se puede cifrar en 1:40 horas; y aunque cuando ella tiene un nivel educativo superior al de su pareja las diferencias se reducen, no bajan de 1:25 horas.
El estudio, que publica hoy la revista Perspectivas Demográficas, indica que las mayores diferencias en trabajo doméstico se observan cuando ambos tienen estudios de secundaria o inferiores: 20.02 horas.
Para elaborar el estudio, los investigadores de la UAB han utilizado los datos de la última Encuesta de usos del tiempo llevada a cabo por el Instituto Nacional de Estadística en 2009-2010, que recoge información de 19.295 entrevistados que rellenaron un diario en el que indicaban todas sus actividades a lo largo de 24 horas.
Los autores del estudio, Joan García y Marc Ajenjo, han analizado el tiempo que dedican los hombres y las mujeres, según su edad y situación familiar, en un día laborable a cuatro actividades: trabajo remunerado, trabajo doméstico, cuidado de niños y ocio.
Una de las principales conclusiones es que pese al aumento progresivo de los estudios y empleos de la población femenina, las desigualdades de género en la distribución de los usos del tiempo persisten y tienden a aumentar con la llegada de los hijos.
Otro dato que revela el estudio es que las adolescentes destinan a tareas domésticas media hora diaria más que los chicos y que esta diferencia se incrementa hasta 45 minutos diarios entre los chicos y chicas de 18 a 29 años. “En ambos casos esto implica más tiempo de ocio para ellos”, según los autores.
En las parejas jóvenes sin hijos las mujeres dedican una hora diaria más a tareas domésticas que los hombres, y ellos destinan una hora más a trabajo remunerado, igualándose el tiempo de ocio.
Los investigadores observan una “tradicionalización” de comportamientos con la llegada de la descendencia porque “en el momento de tener los hijos, observamos, en las mujeres, una caída de la actividad remunerada y un aumento del tiempo empleado tanto en las tareas domésticas como en las de cuidado de los hijos”, ha señalado Joan García.
En su conjunto, el estudio aprecia que las madres dedican 3,5 horas más a trabajo doméstico y una hora más al cuidado de niños que los padres, por lo que, aunque ellos destinan dos horas y media más a trabajo remunerado, el saldo es claramente desfavorable a ellas.
La situación de convivencia más equitativa la conforman las parejas donde la mujer tiene estudios universitarios y unos ingresos superiores a 2.000 euros, una condición que cumple aproximadamente el 6 % de las parejas de doble ingreso con hijos menores.
Incluso en estos casos, aunque gracias a la presencia de servicio doméstico se observa una fuerte reducción de las diferencias, ellas siguen dedicando una media hora más al trabajo doméstico y media hora más a los cuidados de los hijos.