La directora del Instituto de las Mujeres, Isabel García, ha defendido su proceder y el de sus empresas, dedicadas a la consultoría en igualdad, al conseguir contratos públicos con diferentes administraciones. En un comunicado en la red social X, García asegura que cuando fue nombrada para el cargo se puso en contacto con la Oficina de Conflicto de Intereses y siguió todas sus instrucciones para regularizar su participación en las empresas que compartía con su mujer conforme a su nueva responsabilidad política. La directora del Instituto obvia, sin embargo, los dos concursos que ganó una de sus empresas en San Fernando de Henares (Madrid) entre marzo y mayo de este mismo año: según publicó El Español, en los dos casos se presentaron tres ofertas similares de tres empresas vinculadas a ella.
Isabel García asegura, en cambio, que desde su nombramiento, su mujer y ella han sido “muy escrupulosas” en sus actuaciones profesionales: “Ninguna de las empresas de mi pareja ha recibido un solo contrato del Instituto de las Mujeres, ni ahora que yo lo dirijo ni con anterioridad. Nunca he hecho ninguna gestión ni recomendación directa e indirecta ante los posibles clientes de las empresas, sean sean públicos o privados, para favorecer ningún contrato”.
El Español publicaba que las empresas de la directora del Instituto de la Mujer y de su pareja, Elisabeth García Busnadiego, obtuvieron dos contratos del Ayuntamiento de San Fernando de Henares (Madrid) siendo ya ella alto cargo del ministerio. Al procedimiento se presentaron tres entidades, pero todas relacionadas con García y su pareja. Una de las concursantes realizó una oferta más ventajosa económicamente, relata la noticia. En su comunicado, la directora del Instituto no hace referencia a este hecho concreto, exige una rectificación y asegura que estudia demandar al medio.
La ministra de Igualdad aseguró este miércoles en el Congreso que pediría explicaciones a García. Este jueves, justo tras la publicación del comunicado, Ana Redondo ha afirmado que le ha pedido transparencia y que dé “todas las explicaciones necesarias”. “Me ha comunicado que cuando asumió el cargo lo hizo cumpliendo la ley de incompatibilidades. Hay que darle tiempo para que se explique y ofrezca todas las explicaciones”, insistía la ministra, que subrayaba que García hizo “lo que la Oficina de Conflictos de Intereses le pidió que hiciera”.
Es lo que cuenta Isabel García en su comunicado: la Oficina, afirma ella, le pidió actualizar su situación profesional y le informó de que podía mantener hasta el 10% de las empresas que compartía con su mujer. “Así procedí de manera inmediata, manteniendo a mi nombre un 8%. Es decir, he cumplido y cumplo escrupulosamente con la ley”, dice la alto cargo de Igualdad, que añade que desde entonces se ha desvinculado tanto de la gestión como de la titularidad de las dos sociedades.
La noticia de El Español mostraba que, según el Registro Mercantil, no fue hasta marzo de este año cuando se produjo el traspaso de participaciones de las empresas a su pareja. Fue entre marzo y mayo de 2024 cuando esas empresas obtuvieron los dos contratos en sendos concursos en el Ayuntamiento de San Fernando de Henares.
La elección de Isabel García para ocupar su actual puesto llegó con polémica por declaraciones como “las mujeres trans no existen” o referirse a la “dictadura queer” o el “delirio queer”. Su nombramiento encendió las críticas de casi todos los grupos de la oposición, pero también de Sumar, el socio de Gobierno del PSOE.
La senadora de Sumar Carla Antonelli insistía este miércoles en la red social X (antes Twitter) que Isabel García “no puede ser la directora del Instituto de la Mujer” ante estas informaciones “además de la transfobia e insultarnos a las personas trans”.