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El discurso de la líder de Barbados en la Cumbre del Clima: “No puede ser que las grandes compañías ganen 200.000 millones y no quieran contribuir”

Alberto Ortiz

7 de noviembre de 2022 14:58 h

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“Construimos pirámides en el pasado, logramos erradicar la esclavitud, desarrollamos vacunas para el mundo en una pandemia global, mandamos un hombre a la Luna y ahora un robot a Marte. Sabemos lo que hay que hacer, solo hace falta una simple voluntad política”. La primera ministra de Barbados, Mia Mottley, ha lanzado este lunes un duro discurso en la Cumbre del Clima que se celebra estos días en Egipto. Con críticas hacia la inacción de los gobiernos y la influencia del norte sobre el sur en el diseño de las políticas medioambientales, la dirigente ha reclamado a las grandes empresas que se comprometan formalmente con la lucha contra el cambio climático. 

“Cómo puede ser que las grandes compañías hayan tenido 200.000 millones de dólares en beneficios solo en los últimos tres meses y no esperen contribuir con al menos diez céntimos de cada dólar”, se ha preguntado la primera ministra en la sesión plenaria de la cumbre, que tiene lugar desde ayer en la ciudad egipcia de Sharm-el-sheik. La líder del país caribeño ha lanzado este mensaje para reclamar a las empresas que se comprometan en las políticas de daños y perjuicios por los desastres naturales en las naciones más vulnerables al cambio climático. “Esto es lo que la gente espera”, ha dicho. 

Mottley ha pedido que tanto las empresas como el resto de agentes no estatales participen, con propuestas y sobre todo compromisos en la nueva Cumbre del Clima de la ONU que se celebre el año que viene. “No necesito repetir, como han hecho otros líderes, que este es el momento de la acción; que estamos viendo las consecuencias horribles del cambio climático en Pakistán, Europa, o cerca de mi país, en Belice, con la última tormenta tropical”, ha dicho, para instar a un compromiso real contra el cambio climático. “No podemos venir aquí simplemente a hacer promesas, debemos cumplirlas, tenemos que hacer políticas que cambien la vida a la gente a la que tenemos la responsabilidad de proteger”, ha advertido. 

Frente a los líderes de la mayoría de los 200 países que participan desde ayer en la edición 27 de la Conferencia de las Partes del Convenio Marco de Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP27), la líder de Barbados ha criticado al norte por tutorizar a los países del sur sobre las políticas climáticas y ha aprovechado para pedir nuevas políticas de deuda y una reforma de las instituciones multilaterales de crédito, como el Fondo Monetario Internacional, el Banco Mundial o el Banco Interamericano de Desarrollo.

“Vengo de una pequeña isla que tiene una gran ambición y no puede cumplirla porque la industria global no deja de poner obstáculos. Nuestra capacidad para tener coches eléctricos o baterías está restringida por aquellos países que tienen una presencia dominante en el mundo”, ha dicho. “Este mundo en el que vivimos se parece mucho al de la era imperial. [...] El sur global está bajo los designios del norte global”, ha insistido. 

Para cambiar esta injusta lógica geopolítica, ha pedido una reforma de las instituciones multilaterales y el fin de los acuerdos de Breton Woods, en los que se diseñaron el FMI y el BM: “Es el tiempo de que recordemos que muchos de los países que estamos aquí en esta cumbre no existían cuando se firmaron esos acuerdos. No nos han escuchado lo suficiente, ha llegado el momento de que tomemos parte para frenar la trágica pérdida de vidas que estamos viviendo [por las consecuencias del cambio climático]”.

En esa reforma de la lógica económica mundial, Mottley cree que tiene que haber mayor flexibilidad con las políticas de deuda de los países más vulnerables a los desastres naturales. “Ha llegado el momento de introducir cláusulas sobre desastres naturales y pandemias en nuestros instrumentos de deuda”, ha dicho, antes de poner el ejemplo de los esfuerzos económicos que tendría que hacer su país si se viese afectado mañana por un huracán. “Necesitamos flexibilidad durante dos años para hacer frente a los efectos económicos de estos desastres”, ha dicho. 

“Tenemos la opción de actuar o de mantenernos pasivos y no hacer nada. Rezo porque cuando salgamos de esta cumbre lo hagamos con un entendimiento de que los problemas están conectados. Debe haber paz porque países como el nuestro continúan sufriendo los efectos de una guerra de la que no son parte. Nuestra gente merece más cosas”, ha dicho, para concluir: Pido a la población del mundo que nos hagan responsables [a los líderes] y nos pidan que actuemos en su nombre para salvar la tierra. La elección es nuestra: ¿Qué vais a hacer? ¿Qué vais a elegir salvar?“.