El círculo azul representa una persona infectada por coronavirus (que podrías
ser tú) pero que no sabe que lo tiene.
La mayoría de estimaciones de propagación del virus de la OMS y otros estudios
calculan que cada persona puede
transmitírselo a otras 2 o 3 personas más.
Sin embargo, una sola persona puede ser responsable de muchas infecciones
por el poder de multiplicación del virus.
En Corea del Sur, una sola paciente (la
denominada 31) mantuvo
contactos con más
de 1.000 personas, según una investigación de Reuters.
Esto es lo que ocurriría en tan solo dos fases de reproducción del virus
si la primera persona infectada no hubiera tomado ninguna medida de distanciamiento social y
hubiese continuado con su vida normal, acudiendo a puntos de reunión habituales.
¿Qué hubiera pasado si en vez de acudir a la cena en casa de su amigo
Alberto se
hubiese quedado en casa? Habría evitado los contagios de Alberto y su novia, Andrea.
El efecto de quedarse en casa y no ir a la cena no se limita a esos dos
contactos directos.
Como Alberto y Andrea no se contagiaron, no les
transmitieron el
virus a los padres de él, Enrique y María, y a su compañero de piso.
En la oficina, su empresa empezó a tomar medidas antes de la
declaración del estado de alarma y mandó a teletrabajar a los empleados que
podían.
Con esto, sus compañeros Belén y Francisco evitaron el riesgo de contagio. Pero
Francisco, el recepcionista, no.
Aquí se evitaron 8
contagios. No solo los de sus compañeros de trabajo, sino también los de sus familias
y otros
trabajadores de la empresa.
El Gobierno declara el estado de alarma y se cierran
las
salas de cine. Nuestra persona contagiada se queda sin ver la última película de Pixar, pero
evita transmitir el virus al acomodador y otros espectadores.
Los vuelos internos siguen en pie, pero, ¿si esta persona hubiera decidido
cancelar su último vuelo doméstico? Primero, habría evitado transmitir el virus al
taxista
que le llevó al aeropuerto y al agente que le cacheó en el control de seguridad.
También hubiera impedido
contagios dentro del avión. El peligro de contagio de la azafata se hubiera reducido.
Y así, ella no hubiera
transmitido el virus a su novio Hugo y a pasajeros de otros vuelos.
Un vuelo sin realizar, supone 15
contagios evitados solo en dos fases de reproducción del virus:
Los de nuestro
paciente a otras personas, y los de esos contiagiados a gente de su entorno.
La persona contagiada bajó por última vez el viernes al Bar de Paco. Su
único contacto fue con Andrea, la camarera, a la que transmite el virus.
Con el cierre de los bares por el estado de alarma, Andrea se aísla en
casa y no contagia a Carlos, el cocinero. Tampoco a un cliente habitual ni a Paco, el dueño del
bar.
Nuestro contiagado decide acudir al supermercado a hacer la compra para el
aislamiento. El supermercado, sin embargo, refuerza sus protocolos para evitar los
contagios y se reduce el riesgo para el cajero del supermercado y otros trabajadores.
Como puedes ver, medidas de distancimiento como cierres de
lugares de ocio, fomento del teletrabajo o evitar salir de casa, se ha reducido el riesgo de
contagio para decenas de personas en solo dos fases de reproducción del virus.
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