Operarios de la Comunidad de Madrid han llegado al domicilio de la auxiliar de enfermería infectada de ébola para llevarse a su perro, Excalibur. Minutos antes, la tensión ha crecido a las puertas de la urbanización entre animalistas y la policía, que ha terminado por cargar contra los manifestantes.
El Gobierno regional había decretado el sacrificio del animal por orden judicial, lo que provocó que los animalistas se apostaran en la zona para tratar de evitarlo. Así que, según relatan los testigos que estaban allí, al llegar una ambulancia “normal de esas amarillas” a la zona y querer entrar en la manzana, “la gente se le ha echado encima”. Ha sido entonces cuando la policía ha cargado contra ellos para facilitar el tránsito del vehículo.
Después, los manifestantes han podido sentarse en la entrada de los edificios donde el animal quedó tras el ingreso de sus dos amos, aislados en el hospital Carlos III de Madrid.