Del rabo de gato a la voraz perca: invasoras que arrasan el ecosistema y cuestan millones
Las especies exóticas invasoras son un peligro creciente en todo el mundo. La ONU las ha considerado uno de los cinco agentes más poderosos de la degradación de los ecosistemas y una de las principales causas de pérdida de biodiversidad. En España, para que una planta o un animal sea considerado invasor tiene que engrosar las listas del Catálogo Español y contar con el aval de un dictamen científico. Todas las que están ahí son, pero no todas las que son invasoras están ya catalogadas.
Entre las casi 200 variedades que pueblan ese listado, las hay más y menos agresivas. Muy extendidas y menos diseminadas. Algunas afectan a amplias extensiones y otras han concentrado su acción en sitios más acotados como las islas. En todo caso, todas tienen en común sus impactos destructores sobre los ecosistemas. Una investigación de la Universidad Paris Saclay ha identificado este año las especies que más dinero han costado a las arcas –casi siempre públicas– en un esfuerzo por mitigar su invasión. El jacinto de agua, el caracol manzana, la caña, el visón americano o el picudo rojo están en el top 10.
La amenaza de estos organismos está por todas partes. El proyecto Biocambio ha identificado más de 200 variedades exóticas en la Red de Parques Nacionales de España. Entre las especies que representan un mayor peligro para estos espacios protegidos diagnosticaron al rabo de gato, la perca americana o la uña de gato.
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