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Con las nuevas becas, los universitarios siguen sin saber cuánto y cuándo cobrarán

El nuevo sistema de becas del Gobierno condena a la incertidumbre a los universitarios españoles. Según establece el Real Decreto 609/2013, del pasado 2 de agosto, el importe de las becas de la convocatoria general y de movilidad universitaria se divide en una parte fija y otra variable. La resolución de las peticiones aún continúa llegando a los solicitantes, pero sólo con el pago de la matrícula y la parte fija, que para cientos de estudiantes ha quedado reducida a 0 euros.

La cuantía variable, que se asigna en función de la nota media y del nivel de renta familiar, se desconocerá hasta que no se repartan todas las asignaciones fijas. El Ministerio de Educación no da una fecha, pero asegura que el procedimiento de pago, lejos de ralentizarse, se está agilizando.

El año pasado por estas fechas, cuando Educación publicaba una única resolución, entre el 90 y el 95% de los beneficiarios ya conocían la cuantía de su beca, según Luis Rodríguez, vicerrector de la Universidad de Oviedo y miembro de la comisión sectorial de estudiantes (RUNAE) de la Confederación de Rectores de Universidades Españolas. Hoy, con un trámite mucho más complejo que divide las becas en dos partes, ni un solo estudiante que ha solicitado las ayudas sabe de cuánto dinero dispondrá para hacer frente a los gastos del curso.

“La parte fija del 85% de las peticiones ya ha sido resuelta, aunque no la variable”, explica Rodríguez. “Ahora, apunta, hay que esperar a que el Ministerio termine con la primera ronda para calcular el número total de becados y el conjunto de dinero disponible, pues el montante que quede tras restar el importe de todas las cuantías fijas será el destinado a la variable”.

Carlos, estudiante de Ingeniería Mecánica en la Universidad Carlos III de Madrid, ha recibido la beca de residencia todos sus años de carrera, pero este curso, de momento, sólo sabe que la Administración no le concede nada en el parámetro fijo. Las cuantías fijas ligadas a la residencia y a la renta del solicitante ascienden a 1.500 euros y la beca básica es de 200. En las redes sociales, bajo las etiquetas #Cuantia0euros y #BecasMecOut se agrupan multitud de críticas y casos similares.

“Con 15 días para alegar”

“Me llegó un correo el 21 de diciembre, con el pago de las tasas y 0 euros en la parte fija. Sin ningún argumento y con 15 días para alegar”, cuenta Carlos, que cumple los requisitos de renta y también los de nota media. “Así que espero que me den la parte de la cuantía variable”. Esta partida variable es distinta para cada beneficiario y su asignación mínima es de 60 euros.

Además de un sistema de pago diferente, el Gobierno incluyó novedades en los requisitos académicos, que generaron numerosas críticas al Ejecutivo. El Ministerio de Educación establecía en un 5,5 la nota mínima de selectividad que da derecho a la exención de las tasas de matrícula en primer curso de la universidad, pero subía a un 6,5 la calificación que permite acceder a las becas generales.

Para pasar de curso con la matrícula gratuita, los alumnos deben aprobar entre el 80% y el 90% de los créditos, dependiendo de la rama a la que pertenezcan sus estudios. Los únicos que ven reducir este porcentaje son los alumnos de la rama de ciencias, que desciende al 65%. No obstante, para que reciban fondos tendrán que aprobar el curso entero o un 80% con una media de 6.

Para más complicación, desde el curso 2012-2013 es el Ministerio el que se encarga de comprobar tanto los requisitos económicos como académicos de los estudiantes solicitantes. Hasta hace dos años, era la administración de las universidades la que comprobaba si el expediente de los alumnos cumplía con las condiciones impuestas por el Ejecutivo para poder recibir una beca.

Así, eran los centros los que comunicaban un sencillo “sí, se cumplen; o no, no se cumplen” al Ministerio de Educación. Con el nuevo sistema, dice Luis Rodríguez, “la universidad tiene que enviar prácticamente el expediente íntegro del estudiante, lo que alarga el proceso y amplía el margen de error”. Si a ello se le suma el aumento de solicitudes y, en paralelo, la reducción del personal público, el “cúmulo de trabajo se hace inabordable”.

Mientras Educación culpa a las universidades del retraso en la distribución de las ayudas por no facilitarle todos los datos, desde los centros educativos insisten en que “el trámite de transferir el expediente es mucho más complejo”. Además, según Rodríguez, “a veces hay errores desde el principio en la transmisión de los datos del demandante, que solicita las ayudas a través de la web del Ministerio”.

La incertidumbre de la cuantía variable

Cuando Carlos ha querido informase de qué cantidad le puede corresponder en la parte variable y cuándo se resolverán las peticiones, no ha encontrado respuestas: “Estoy preocupado porque sé cuáles son los requisitos, pero no tengo idea del importe que me pueden dar”.

Desde el Ministerio de José Ignacio Wert afirman que han pedido a las universidades “la máxima prisa posible” en el envío de los datos para que el Ministerio finalmente calcule las asignaciones. “Si no tenemos todos los documentos no podemos saber el total de becarios”, afirma Javier García Vilumbrales, jefe de prensa de Educación. El número definitivo de beneficiarios es necesario para proceder con el reparto de la cuantía variable, que contará con el dinero restante de las ayudas fijas.

Alba Romero, estudiante de Educación Primaria en Inglés en la Universidad Rey Juan Carlos, generalmente recibía una beca de 600 euros, además de la matrícula gratuita, pero este año sólo podrá descontarse el coste de las tasas. “Escribí un correo al Ministerio y me contestaron que este año no me correspondía más ayuda”, expone. Romero cuenta que no ha querido recurrir por miedo a quedarse sin la beca de la matrícula: “Me voy ahora de Erasmus en el segundo cuatrimestre y tampoco sé qué me darán de subvención. Al menos me quito el dinero de la matrícula, que es carísima”.

Desde el Ministerio resaltan que este año se están acelerando los pagos de las becas generales. En el curso 2012-2013, el 31 de diciembre se habían abonado 106.262 becas de la convocatoria general y de movilidad universitaria. Este curso escolar, a final de año, la cifra ascendía a 131.326 ayudas. Sin embargo, el año pasado los alumnos que habían obtenido una respuesta recibían la notificación definitiva de su situación. Sabían si su solicitud había sido denegada o aprobada y de cuánto disponían para llevar el curso adelante. Ahora, la preocupación de muchos alumnos se alargará hasta la resolución de las cuantías variables, que aún no tiene fecha.